El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer lunes una orden ejecutiva que prohibirá a las personas transgénero servir abiertamente en el ejército, consolidando así una política que pretende eliminar la ideología de género del gobierno federal. Esta medida representa un nuevo giro en su agenda de reformas militares y sociales.
La orden ordena al secretario de Defensa, Pete Hegseth, un crítico abierto de la presencia de personas transgénero en las fuerzas armadas, a establecer nuevos estándares de preparación militar que incluyan la afirmación de que estas personas no están «física ni mentalmente capacitadas» para el servicio. Además, la normativa exigirá limitar el uso de «pronombres basados en la identidad» dentro del Departamento de Defensa y prohibirá a las mujeres transgénero utilizar espacios destinados a mujeres, como dormitorios y vestuarios.
Este anuncio se produce después de que Trump, en su primer día de mandato, revirtiera una orden de 2021 del expresidente Joe Biden, que protegía a las personas transgénero y les permitía servir en el ejército sin temor a ser despedidas por su identidad de género. En esa misma jornada, Trump firmó una orden ejecutiva que reconoce únicamente dos géneros: masculino y femenino, marcando un claro contraste con las políticas woke de la administración anterior.
Según una hoja informativa de la orden, la Casa Blanca argumenta que permitir a las personas transgénero formar parte de las fuerzas armadas ha debilitado la «preparación militar y la cohesión de las unidades«. La administración también alude a los tiempos de recuperación tras cirugías de afirmación de género como un factor limitante, afirmando que estos procedimientos implican tratamientos prolongados y el uso de narcóticos fuertes.
La orden ejecutiva de ayer lunes también introduce un cambio en el lenguaje utilizado por la administración para referirse a las personas transgénero, describiéndolas como «transidentificantes«.
Esta medida no es la primera de este tipo en el mandato de Trump. En 2017, ya emitió una orden que prohibió inicialmente la incorporación de tropas transgénero al ejército. En ese momento, el documento utilizó el término «transgénero» en repetidas ocasiones, mientras que ahora se ha optado por un lenguaje más cargado de connotaciones ideológicas.
Además de esta nueva restricción, se espera que el presidente firme otras órdenes destinadas a eliminar los programas de diversidad, equidad e inclusión de las fuerzas armadas y reinstaurar a los miembros del servicio que fueron expulsados por negarse a recibir la vacuna contra la COVID-19. Según fuentes oficiales, estas medidas buscan reformar profundamente las políticas militares actuales, argumentando que priorizan la eficacia y la estabilidad del ejército sobre cuestiones sociales o identitarias.