Los MAGA de núcleo duro pueden lamentar que no se produzcan las deportaciones masivas prometidas, o que no se avance en la construcción de ese «big, beautiful wall» en la frontera con México, pero las políticas de esta administración contra la inmigración ilegal están ya dando resultados espectaculares: un millón menos de indocumentados en el país, según un reciente estudio.
Aproximadamente un millón de inmigrantes ilegales han salido del país desde enero, mes en que el presidente Donald Trump regresó al cargo, según un estudio del Centro de Estudios de Inmigración (CIS).
Estos datos se publican al tiempo que Trump intensifica sus esfuerzos para aumentar las deportaciones, apuntando a las grandes ciudades con las llamadas políticas de «santuario» y reanudando operaciones en explotaciones agrícolas, hoteles y otros negocios.
CIS, un grupo de investigación sin fines de lucro que analiza las políticas de inmigración de Estados Unidos, dijo en un informe del 19 de junio que la disminución estimada parece estar vinculada al impulso inicial de la administración Trump para aplicar las leyes de inmigración.
«El número de inmigrantes indocumentados ha disminuido en un millón desde principios de año, posiblemente debido a su salida como consecuencia de la elección del presidente Trump y la intensificación de las medidas de seguridad», se lee en el estudio de CIS. «Esta disminución se debió a una disminución en el número de extranjeros procedentes de Latinoamérica que llegaron en 1980 o después, una población que se superpone significativamente con la de inmigrantes indocumentados».