El alcalde demócrata de la ciudad de Nashville (Tennessee) Freddie O’Connell, está siendo investigado por, presuntamente, haber destinado dinero proveniente de impuestos federales para evitar la identificación y eventual deportación de inmigrantes ilegales por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
La investigación, encabezada por el Departamento de Seguridad Nacional y un comité del Congreso estadounidense, ha puesto la mira en un supuesto esquema de «empresas criminales» utilizado por el alcalde para «obstruir» las labores del ICE, según ha relatado a The New York Post el congresista republicano por Tennessee, Andy Ogles
«Lo hemos escuchado: los individuos que apoyan al alcalde son asesinos, violadores, narcotraficantes, depredadores sexuales, traficantes de niños… la lista continúa», dijo el miembro de la Cámara de Representantes.
Y es que, recientemente, el alcalde O’Connell ha rechazado abiertamente los operativos llevados adelante por ICE en la ciudad, incluso cuando las autoridades han demostrado que en muchos de ellos han sido arrestados inmigrantes ilegales que tienen claras vinculaciones con pandillas criminales.
El funcionario además firmó una orden ejecutiva que obliga a todo el personal de la alcaldía a informar sobre posibles contactos que establezcan los agentes de ICE con ellos para indagar sobre cuestiones relativas a inmigrantes ilegales.
Esta situación se presenta en un contexto en el que Nashville no vive su mejor momento en materia de seguridad ciudadana. Cifras oficiales publicadas el año pasado revelan que la ciudad ha experimentado su índice más alto de robo de vehículos desde el año 1998.