El dueƱo y todavĆa CEO de la red social Twitter le ha preguntado al representante demócrata Adam Schiff si aprueba la Ā«censura estatal oculta en violación directa de la ConstituciónĀ». No era una pregunta al aire: la Ćŗltima remesa de los Ā«Twitter FilesĀ» revelan que el FBI estaba infiltrado en la red del pĆ”jaro azul, dedicado a cosas como convencer a los millones de usuarios de que el escĆ”ndalo del portĆ”til de Hunter Biden era Ā«desinformación rusaĀ».
Pero Musk va mĆ”s lejos, y propone la creación de un moderno ComitĆ© Church, en alusión al órgano de la CĆ”mara que en los setenta investigó las actividades ilĆcitas de las agencias de inteligencia norteamericana.
Tampoco es que Musk sea el primero en pedir que se entre a saco en una agencia que, en los Ćŗltimos aƱos, parece haberse convertido en la policĆa polĆtica del Partido Demócrata. El FBI, por ejemplo, estuvo detrĆ”s de la infame Ā«trama rusaĀ» cuya investigación, que costó cientos de millones y se prolongó durante aƱos, pendió sobre la cabeza de Trump durante la mayor parte de su mandato, entorpeciendo su margen de maniobra polĆtico. Que, al final, hubiera que concluir que todo fue un burdo montaje electoral salido de la mente malvada de Hillary Clinton es solo una razón mĆ”s para temer la temible influencia de Ā«los federalesĀ», por no hablar del mĆ”s reciente asalto a la residencia de Trump en Mar-a-Lago o, mĆ”s cerca aĆŗn, estas revelaciones que muestran la instrumentalización polĆtica de Twitter y, mĆ”s que presumiblemente, otras grandes redes sociales.
Porque Twitter, que mantenĆa una prohibición estricta de las operaciones de influencia extranjera durante la Ćŗltima media dĆ©cada, hizo una enorme excepción con el gobierno de Estados Unidos, al que se le permitió usar la plataforma para Ā«operaciones de influencia psicológicaĀ» en el extranjero, segĆŗn una nueva entrega en Twitter Files. El Ćŗltimo lote lo ha publicado Lee Fang, del Intercept.
«Twitter dio aprobación y protección especial a las operaciones de influencia psicológica online del Ejército estadounidense», escribe Fang. «A pesar de saber que las cuentas de propaganda del PentÔgono usaban identidades encubiertas, Twitter no suspendió muchas durante alrededor de dos años o mÔs. Algunas permanecen activos».
Ā«En 2017, un funcionario del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) envió a Twitter una lista de 52 cuentas en Ć”rabe que ‘utilizamos para amplificar ciertos mensajes’. El funcionario solicitó servicio prioritario para seis cuentas, verificación para una y habilidades de ‘lista blanca’ para las demĆ”sĀ». SegĆŗn Fang, las cuentas se agregaron de inmediato a una lista blanca especial que les dio una mayor visibilidad en la plataforma y la exención de los filtros de spam y abuso.