Cuando uno está en un agujero lo primero para salir de él es no seguir cavando. Así lo ha entendido la nueva Administración norteamericana, que ha cortado el grifo de las subvenciones a todas aquellas organizaciones no gubernamentales dedicadas a facilitar la entrada de inmigrantes en Estados Unidos, según ha anunciado la nueva secretaria de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem.
Al tiempo que los agentes multiplican los esfuerzos en la frontera para impedir la entrada de ilegales y localizarlos en las ciudades para su deportación, Noem declaró que la administración «ha interrumpido todos los fondos de subvención de los que están abusando las ONG para facilitar la inmigración ilegal» a Estados Unidos. “Muchas de estas ONG en realidad tienen infraestructura y operaciones establecidas en México, al otro lado de la frontera, y les están diciendo a esos inmigrantes ilegales que vengan, que les ayudarán a cruzar la frontera», dijo Noem en una entrevista concedida a Fox News.
Esas ONG, dijo, «no sólo operan en Estados Unidos, operan fuera de Estados Unidos para facilitar las cosas a quienes quieren violar nuestras leyes«.
Según informa The Epoch Times, la Administración Trump congelará la financiación a esos grupos y determinará si esos fondos se destinaron a causas alineadas con las políticas de la Casa Blanca, dijo. Se realizará una revisión y, antes de eso, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no gastará más para ayudar a «la destrucción de este país», agregó. «Con el paso de los años [las ONG] se han pervertido, convirtiéndose en un gobierno en la sombra».
La Administración de Trump ha aumentado los arrestos de ilegales en los últimos días con entre 1.000 y 1.200 por día, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos en actualizaciones publicadas en las redes sociales. El promedio diario en el año fiscal 2024 fue de 311. El presidente ha aprobado una serie de órdenes ejecutivas para acabar con la inmigración ilegal después de asumir el cargo el 20 de enero, incluidas acciones destinadas a deportar un número récord de inmigrantes ilegales de Estados Unidos.