La Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere dar un nuevo paso en su compromiso con el control de fronteras y la defensa de la soberanía nacional. El Gobierno estadounidense planea establecer una nueva «Oficina de Remigración«, que operará dentro de la Oficina de Refugiados y Migración, actualmente en proceso de reestructuración, según asegura Axios.
El objetivo de esta nueva unidad será claro: seguir de cerca los procesos de repatriación y facilitar activamente el regreso voluntario de inmigrantes ilegales a sus países de origen. La Oficina trabajará en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias de orden público, y se enmarca dentro de una agenda migratoria que ha sido una de las piedras angulares del mandato de Trump.
Este anuncio se suma a una profunda reforma del Departamento de Estado, comunicada en abril por el secretario Marco Rubio. Como parte de esta transformación, se recortarán cerca del 15% de los puestos de trabajo —una reducción de 3.400 empleados— y se eliminarán o fusionarán 300 de las 734 oficinas actuales. Rubio explicó que estas medidas buscan construir un departamento «más ágil y mejor equipado para promover los intereses de Estados Unidos y garantizar la seguridad de los estadounidenses», según recoge The Guardian.
Las agencias clave, como las fuerzas del orden o los servicios consulares, no se verán afectadas por la reestructuración. La prioridad es clara: concentrar los recursos del Estado en funciones esenciales y reforzar los mecanismos de control frente a amenazas externas.
Los resultados de la nueva política migratoria ya se han empezado a notar. Según Apollo News, en marzo de este año se registraron 673 intentos diarios de cruce ilegal en la frontera sur, lo que representa una caída del 80% respecto al año anterior, cuando la media diaria era de 3.464 intentos.
Desde el primer día de su mandato, el presidente Trump ha actuado con determinación en esta materia, firmando órdenes ejecutivas que incluyeron la declaración del estado de emergencia en la frontera con México. A día de hoy, la frontera cuenta con presencia militar y se han agilizado los procesos de deportación.