El embajador de Estados Unidos en Zambia, Michael Gonzales, ha anunciado este jueves un recorte de 50 millones de dólares (algo más de 44 millones de euros) en las ayudas que recibe Zambia en materia de medicamentos y otros suministros médicos alegando la supuesta inacción de las autoridades zambianas ante el robo «sistemático» de productos sanitarios en el país africano.
«Durante más de un año, Estados Unidos ha solicitado medidas concretas del Gobierno de Zambia para responder al robo sistemático de estos productos en todo el país. Ante la escasa respuesta del Gobierno, Estados Unidos está tomando las medidas necesarias para salvaguardar y garantizar la rendición de cuentas de los fondos públicos estadounidenses», ha señalado en un comunicado.
El embajador estadounidense ha asegurado que gracias a esta asistencia «millones de zambianos viven vidas más largas y saludables», sobre todo en relación a la epidemia de sida que el país arrastra desde hace décadas, destacando que «el 98% de los zambianos que viven con VIH ahora conocen su estado serológico».
Asimismo, en el comunicado se ha referido a la reducción en los últimos diez años de las muertes por malaria y tuberculosis en más del 75%. Pese a ello, el Gobierno estadounidense ha lamentado que las autoridades zambianas no hayan puesto freno a una oleada de saqueos de la ayuda humanitaria de la que se percató a finales de 2021.
«En las diez provincias, casi la mitad de las farmacias que vendían productos de este tipo, también vendían medicamentos y suministros médicos robados al Gobierno estadounidense», ha sostenido Gonzales.
Las ayudas se mantendrán hasta enero de 2026, un tiempo en el que se espera que las autoridades de Zambia puedan adaptarse a la nueva situación y evitar el desabastecimiento. «El próspero futuro económico de Zambia, y una población saludable que pueda impulsarlo, es de interés común tanto para los estadounidenses como para los zambianos. Estados Unidos sigue interesado en contribuir a ese futuro. Sin embargo, ya no estamos dispuestos a financiar el enriquecimiento personal de estafadores o corruptos», ha concluido