«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Los demócratas están pidiendo contribuciones a sus seguidores

La campaña de Kamala Harris se queda sin dinero y deja de pagar el sueldo a sus altos cargos

La vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris. Europa Press

La campaña de Kamala Harris se enfrenta a serios problemas financieros, a pesar de haber recaudado la impresionante cifra de 1.000 millones de dólares en apenas tres meses. Según reportes recientes adelantados por Voz Media, la operación política atraviesa una preocupante crisis de liquidez, lo que ha obligado a tomar decisiones drásticas, como la suspensión de salarios para su personal directivo, una medida que contrasta con las promesas de mantener a los empleados en nómina hasta diciembre.

A pesar de que la organización asegura públicamente que sus finanzas están en orden, acciones recientes han sembrado dudas sobre su estabilidad económica. Fuentes cercanas a la campaña, que prefirieron permanecer en el anonimato, filtraron información que señala una escasez de efectivo significativa. Según estas personas, los empleados afectados fueron notificados de que, aunque los pagos se detendrían, el seguro médico seguiría vigente hasta el final del año.

En paralelo, la campaña de Harris-Walz no ha dejado de enviar peticiones urgentes de contribuciones a sus seguidores, un hecho que algunos analistas interpretan como una señal de desesperación. Correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas a grandes donantes refuerzan las sospechas de que el equipo enfrenta un déficit financiero, especialmente tras su derrota frente a Donald Trump.

Parte del problema, según los medios, radica en los costos asociados a una operación de gran escala. La campaña invirtió millones en eventos de alto perfil, apariciones de celebridades y una red nacional de movilización de votantes. Sin embargo, estos esfuerzos parecen haber superado los límites de su presupuesto, dejando pagos pendientes y generando descontento entre empleados y colaboradores.

Mientras tanto, la respuesta de la campaña ha sido ambigua. Aunque niegan estar en problemas económicos, el ritmo de las solicitudes de fondos y los reportes de congelación de salarios han dejado un «mal sabor de boca» a muchos observadores y empleados. Según Associated Press, esta situación ha puesto a prueba la confianza de su personal y ha abierto interrogantes sobre la gestión financiera de uno de los proyectos más ambiciosos del Partido Demócrata.

En definitiva, lo que alguna vez se perfiló como una campaña sólida ahora enfrenta un futuro incierto, mientras intenta recuperar la confianza de sus empleados y simpatizantes en medio de crecientes críticas.

Fondo newsletter