El impacto del activismo transgénero en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024 ha generado un intenso debate dentro del Partido Demócrata. Mientras todavía se analizan los resultados electorales, hay una conclusión clara: el enfoque de la formación de Kamala Harris con la ideología de género ha contribuido a la victoria del ya presidente electo, Donald Trump.
Según una encuesta de VoteCast realizada por Associated Press, más de la mitad de los votantes consideran que el respaldo a los derechos trans ha «ido demasiado lejos». Este sentimiento fue especialmente marcado entre los votantes de Trump, entre los que un 85% comparte esta opinión, mientras que una cuarta parte de quienes apoyaron a Kamala Harris también lo percibieron así. Los anuncios de la campaña republicana, que subrayaban el apoyo de Harris a políticas transgénero, resultaron particularmente efectivos para movilizar a los votantes indecisos.
En uno de esos anuncios, la excandidata demócrata defendía cirugías financiadas por los contribuyentes para prisioneros transgénero y se mostraban imágenes de miembros de la Administración Biden que se identifican como trans y se vestían de mujer; todo ello bajo el lema Kamala Harris está con ellos/ellas. Donald Trump está con ustedes. Según análisis internos del Partido Demócrata, el impacto de este tipo de mensajes podría haber desplazado el apoyo a Harris en un 2,7% entre votantes clave.
Los votantes indecisos no votaron por la candidatura demócrata porque «Kamala Harris está más centrada en cuestiones culturales como las cuestiones transgénero que en ayudar a la clase media«. Esa afirmación se ubicó un punto por encima de la insatisfacción de los votantes con la inflación y dos puntos por encima de la inmigración ilegal, según una encuesta de Blueprint.
El debate sobre este asunto no sólo ha sido clave entre los votantes, sino también dentro del propio Partido Demócrata. Algunas figuras influyentes de la formación como Bill Clinton advirtieron durante la campaña sobre el efecto negativo de la narrativa transgénero. Sin embargo, el partido ya había adoptado una postura de apoyo a los derechos trans.
Ahora, una vez ha llegado la derrota, los demócratas se plantean cómo afrontar la ideología LGTB en el futuro. Dar marcha atrás implicará enfrentarse a críticas tanto de los republicanos como de los colectivos que hasta ahora respaldaban. Sin embargo, ya empiezan a verse las primeras muestras de rectificación: la congresista demócrata Alexandra Ocasio-Cortez ha eliminado «sus pronombres» de su biografía en X.
La postura del dueño de X, Elon Musk, sobre la cuestión trans, también parece haber influido en el resultado de los comicios. Musk defiende que la ideología transgénero fue un factor determinante en su decisión de adquirir Twitter y ha vinculado su rechazo hacia este movimiento con su experiencia personal tras el distanciamiento de su hijo, quien se identifica como trans. En varias entrevistas, el dueño de X ha calificado la ideología de género como un «virus mental progresista» que busca erradicar.