La Policía de Los Ángeles ha comenzado a desmantelar este jueves de madrugada el campamento propalestino levantado en la Universidad de California (UCLA), un día después de los incidentes violentos registrados en la zona.
La universidad, que ha recomendado evitar el campus y ha limitado la actividad presencial hasta el viernes, había declarado ilegal el campamento, pero cientos de personas se han mantenido en la zona. Tras varias horas de aparente espera, los agentes han comenzado a desmontar las barricadas erigidas para tratar de proteger las tiendas, lo que ha dejado escenas de enfrentamiento.
La UCLA ha lanzado un aviso para anunciar el inicio de esta intervención policial y advertir a quienes sigan en el campamento de que pueden estar cometiendo un delito. A los estudiantes, les ha advertido de que se arriesgan a «medidas disciplinarias», entre ellas la expulsión de la universidad.
Las fuerzas de seguridad han arrestado a varios manifestantes, según las cadenas CNN y NBC News, que no ha concretado cifras. En otros contextos similares, como el desalojo de la Universidad de Columbia en Nueva York, este tipo de intervenciones se han saldado con decenas de detenciones.
