«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
el vídeo de la entrevista acumula ya más de 43 millones de visualizaciones

Rogan y Trump: una conversación de tres horas en la que hablaron de geopolítica, de impuestos y de inmigración ilegal

Donald Trump. YouTube

Casi tres horas duró la conversación entre el gigante de Internet Joe Rogan —ex deportista, monologuista y presentador con más de 18 millones de seguidores en YouTube— y el que fue el 45º presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump. Tres horas que fueron suficientes para hablar desde política nacional, impuestos, aranceles, Kamala Harris, la guerra, o la geopolítica internacional hasta del intento de asesinato del expresidente, las vacunas del COVID, los extraterrestres y el Área 51, los ilegales transgénero o la lucha libre —asunto que trae cola, puesto que Joe Rogan es también comentarista de artes marciales—. No faltaron, por supuesto, los comentarios sobre asuntos controvertidos: el robo electoral de 2020, la desclasificación cancelada de los papeles sobre el asesinato de Kennedy, la relación con Putin y Corea del Norte, la guerra de Secesión estadounidense…

La enorme audiencia de Rogan mereció el retraso que esas tres horas supusieron para el inicio del mitin que Trump tenía esa noche en Míchigan. Se trata de una apuesta del republicano por los jóvenes, a quien se dirigió, en numerosos puntos de la conversación, de forma muy directa. Fue de hecho su hijo Barron —convertido en modelo para la juventud en las redes sociales— quien convenció al magnate para que acudiera al pódcast de Rogan, en la recta final de una campaña marcada por giros de guion inesperados —quién diría que veríamos a un expresidente friendo patatas en un McDonald’s—.

En el pasado, Rogan había rechazado entrevistar a Trump en su programa, pero —según él mismo dice—, «cuando te dispararon, pensé: «Tiene que venir aquí». La cosa es el momento. Todo depende del momento». Las cifras, desde luego indican que el momento era el adecuado: el vídeo de la entrevista acumula ya más de 43 millones de visualizaciones, dos millones de «Me gusta» y más de medio millón de comentarios. Es, de lejos, la entrevista más vista durante la historia del pódcast. Seguida de cerca, por cierto, por la que Rogan hizo con el número dos de Trump, su candidato a vicepresidente J.D. Vance, el pasado viernes, que ya suma más de 11 millones de visualizaciones.

Durante esas tres horas de una conversación que pasará a la historia, hay momentos más distendidos en los que el expresidente saca su lado más personal y humorístico —como Rogan asegura, Trump tiene la capacidad de saber el momento exacto en el que soltar la frase correcta, como su célebre frase «porque estarías en la cárcel», dirigida a Hillary Clinton durante el debate presidencial de la campaña de 2016—, pero también momentos en los que Rogan no duda en cuestionar las palabras de Trump. Lo hace de forma abierta, sin segundas intenciones.

Y es que Rogan, a pesar de mostrarse de acuerdo en Trump en numerosos puntos y de la evidente complicidad que van desarrollando a lo largo de esas tres horas, no pierde de vista la objetividad. En un momento concreto, Trump duda de que Kamala fuera capaz de participar en una entrevista así, pero Rogan asegura que estaba planeado que acudiera al pódcast y que, de hecho, él sigue dispuesto, por lo que aún sería posible antes de las elecciones. «Espero que lo haga. (…) Creo que tendríamos una buena conversación. Creo que podría hablar con ella. No intentaría entrevistarla. Sólo trataría de tener una conversación con ella y, con suerte, conocerla como ser humano. Ese era mi objetivo, traerla. Intentar que se expresara». «No lo hará», sentenció Trump.

El expresidente, de hecho, no pierde una sola ocasión para criticar la gestión de Joe Biden y su vicepresidente —hoy, candidata demócrata a la presidencia—, Kamala Harris. Culpa a ambos del caos en la frontera sur, de la inmigración ilegal masiva, de los altos impuestos y la pérdida de empleos estadounidenses, de la nefasta retirada de las tropas de Afganistán y el ascenso d ellos talibanes… Situaciones problemáticas de las que, él dice, él tiene la solución.

«¿Qué harías diferente y cómo cambiarías este rumbo que parece que llevamos hacia la Tercera Guerra Mundial? ¿Cómo nos sacarías de Ucrania? ¿Cómo detendrías lo que está pasando en Medio Oriente? ¿Cómo pondrías fin a esto?», le pregunta Rogan. «Creo que lo puedo hacer fácilmente (…) No puedo decirte exactamente qué hago, porque entonces nunca podría cerrar el trato. Todo lo que puedo decirte es que me reuniría con ellos y (…) pararía esta guerra. Rápidamente». Y es que el magnate neoyorquino asegura que nadie en el plano internacional respeta a Biden —«¿Quién lo haría?», se pregunta—, y que, en caso de que Kamala venza el martes, no cree que, en el contexto internacional actual, Estados Unidos pueda sobrevivir. Él, sin embargo, defiende que todas «las fuerzas externas (…) se pueden manejar». Trump carga de forma despiadada, sin embargo, con lo que él llama «el enemigo interno»: políticos, funcionarios, empresarios, militares y periodistas que, coordinadamente, trabajan contra el país porque «lo odian». «Creo que a nuestro país le sucederán cosas malas, realmente malas». Es una de las muchas cosas que, para el oyente español, le resultará familiar en nuestro ámbito nacional.

El expresidente, no obstante, está convencido de que su candidatura saldrá victoriosa el martes, 5 de noviembre. «Esta semana he salido liderando en varias (encuestas) —sólo me las creo cuando son buenas para mí… No—». Otras de las controversias en las que el republicano no teme meterse. La propia entrevista en sí ha resultado altamente polémica en Estados Unidos —como cabía esperar—, lo cual es sólo reflejo del gigantesco coloso que es Donald Trump. El pueblo dirá si regresa o no a la Casa Blanca.

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