El polémico filántropo George Soros y su hijo Alexander están financiando las revueltas de inmigrantes ilegales contra la Administración Trump a través de varias iniciativas del gobernador demócrata, Gavin Newsom. Según nuevas revelaciones de registros financieros y fuentes cercanas a la campaña, los Soros han canalizado fondos hacia organizaciones vinculadas a protestas y movilizaciones contra las redadas migratorias reactivadas en California por orden federal.
Una de las principales beneficiarias de esta financiación es la red de apoyo «California Sanctuary Now», vinculada al entorno de Newsom y dedicada a coordinar respuestas civiles contra los operativos del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). Esta organización habría recibido fondos provenientes de entidades asociadas a Open Society Foundations y otros canales vinculados a la familia Soros.
George Soros ya había donado un millón de dólares en 2021 a un comité de defensa del propio Newsom, cuando el gobernador enfrentaba una campaña de destitución impulsada por sectores conservadores. Ahora, con su hijo Alexander cada vez más activo en los asuntos políticos estadounidenses, los dos parecen mantener su apuesta por California como bastión progresista frente a las políticas migratorias republicanas.
Las movilizaciones se han intensificado en los últimos días en zonas como Los Ángeles, San Diego y el área de la bahía de San Francisco, donde cientos de inmigrantes indocumentados han salido a las calles en protesta por lo que consideran «una persecución sistemática desde Washington». Desde el entorno de Newsom se ha defendido el derecho a la protesta pacífica y se ha negado cualquier coordinación directa con los organizadores de actos más radicales, aunque sí se ha reconocido «apoyo institucional» a comunidades afectadas por las redadas.
Mientras tanto, en círculos conservadores crece la presión para investigar los vínculos financieros entre los Soros y estas iniciativas. Figuras como el excongresista Devin Nunes o la propia fiscal general del estado de Texas han acusado públicamente a los Soros de «interferir en la política migratoria nacional» y «subvertir el estado de derecho con dinero extranjero».
Ni George ni Alexander Soros han hecho comentarios públicos recientes sobre estas acusaciones, pero portavoces de su fundación han reiterado que sus actividades filantrópicas están enfocadas en «defender los derechos humanos, fortalecer la democracia y proteger a los más vulnerables».