Justo antes de la reunión del G7 en Canadá, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confesó a los periodistas que consideraba «un gran error» la expulsión de Rusia en su día de lo que era entonces el G7, el exclusivo club de las primeras economías del mundo. «No tendríamos esa guerra», añadió, en referencia al conflicto bélico en Ucrania, que dura ya tres años.
Esta medida, adoptada bajo la Administración de Obama, cree Trump, probablemente contribuyó en gran medida a la decisión de Putin de invadir Ucrania. Pero Trump no sólo culpó a Obama, sino también al exprimer ministro canadiense Justin Trudeau. Rusia fue expulsada en marzo de 2014 tras la anexión de Crimea.
«No estoy diciendo que en este momento debería ser parte, porque demasiada agua ha pasado por encima de la presa, tal vez, pero fue un gran error», dijo Trump. «Obama no le quería tener».
Trump sostiene que mantener a Rusia en el principal foro económico mundial formado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos habría sido una forma de mantener al enemigo cerca y, por lo tanto, poder negociar mejor cuando surge una crisis.
«En ese momento no era un enemigo», señaló Trump. «Si yo hubiera sido presidente, esta guerra nunca habría ocurrido. Pero del mismo modo, si él fuera miembro de lo que se llamaba el G8 en ese momento, siempre fue el G8, no habría una guerra en este momento». Curiosamente también dijo algo similar cuando se le preguntó si lo mismo podría haber sido cierto con China, en medio de una guerra comercial entre Estados Unidos y China.
«Bueno, no es una mala idea», respondió Trump. «No me importaría. Si alguien quiere sugerir la entrada de China, creo que lo sugerimos, pero uno quiere tener gente con la que pueda hablar, ya sabe».