La ciudad de Dearborn en Michigan, que cuenta con el mayor porcentaje de población árabe en todo Estados Unidos —más de la mitad de sus 110.000 habitantes—, ha condenado al ostracismo a la candidata demócrata Kamala Harris y ha apostado por Donald Trump. Para los ciudadanos de origen árabe, el Gobierno de Estados Unidos es el principal culpable del conflicto en Gaza, y les acusan de financiar Israel con el envío de armas.
El resultado final es dramático en esta ciudad para el Partido Demócrata. En total, Donald Trump ha obtenido un 45% de los votos (332 en total). En segundo lugar, y para sorpresa de muchos, se ha colado una candidata independiente y ecologista llamada Jill Stein con un 33% de apoyo (293 votos). Por último, Kamala Harris tan sólo ha obtenido un 15% de los votos con 81 papeletas depositadas en la urna.
Hace cuatro años, los votantes árabes estadounidenses y musulmanes ayudaron a llevar al presidente Joe Biden a la Casa Blanca al apoyarlo en Michigan, uno de los siete estados clave con poder para influir en el resultado de las elecciones. Este año, muchos de esos mismos votantes están abandonando el Partido Demócrata porque se sienten «traicionados, olvidados y enojados».
«Estoy tan furiosa que ya no siento dolor, sino rabia. Quiero que los demócratas pierdan por todos los medios, y eso significa votar por Trump», dijo la activista política Samraa Luqman, que vive en Dearborn y que en 2020 fue «tan de izquierdas» que escribió en nombre de Bernie Sanders.