«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Critica a la subsecretaria para asuntos europeos del presidente Obama

Trump denuncia el intervencionismo belicista de los demócratas

El expresidente de EEUU Donald Trump. Europa Press

Se temía que Trump, al anunciar tan temprano su aspiración de competir por la candidatura republicana a la Presidencia para 2024 se estuviera precipitando, quedándose sin fuelle a mitad de camino. Todo puede ser, pero por ahora el candidato a candidato está que se sale.

Lo último ha sido cargar contra lo que más puede alarmar al planeta de la política exterior norteamericana, sus aparentes deseos de buscar camorra con Rusia, con China y, si hemos de creer al senador republicano Lindsay Graham, hasta con México.

¿Se acuerdan de Victoria Nuland? Está en la propia raíz del conflicto que ensangrienta Europa. Es la alta funcionaria del Departamento de Estado que coordinó el golpe de Estado contra el entonces presidente electo de Ucrania, Vikto Yanukovich, la que hizo famosa la frase «que le jodan a Europa». Con ella empezó todo.

Pues bien, en su último comunicado en vídeo, Donald Trump ha tenido algunas palabras para ella y para su ‘clique’, no necesariamente amables.

«Durante décadas, hemos tenido a las mismas personas, como Victoria Nuland [hoy subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos] y muchos otros como ella, obsesionados con empujar a Ucrania hacia la OTAN, sin mencionar el apoyo del Departamento de Estado a los levantamientos en Ucrania», empieza Donald. «Estas personas han estado buscando la confrontación durante mucho tiempo, como en el caso de Irak y otras partes del mundo. Y ahora, estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial».

Eso es ir al grano. La obsesión norteamericana por rodear Rusia con países de la OTAN es una muy citada razón para explicar la invasión de Ucrania por Putin, pero el expresidente es aún más específico al citar por su nombre a una de las fautoras remotas de la crisis.

Nuland, subsecretaria para asuntos europeos del presidente Obama entre 2013 y 2017, es un caso de libro del tipo de neocon belicista que lleva décadas dictando la política belicista de Estados Unidos.

Para que todo quede en casa, la incombustible Nuland está casa con el neoconservador Robert Kagan, clave para preparar los ánimos ante la guerra en Irak bajo Bush y co-fundador del infame Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, un «grupo de expertos» dedicado a promover los principios del intervencionismo de la era Bush.

Su mujer aparece, por cierto, en el explosivo relato que hace el prestigioso periodista de investigación y premio Pulitzer de cómo la administración Biden organizó y llevó a cabo la voladura del gasoducto Nord Stream 2, que ahora quieren cargarle a un misterioso «grupo de agentes proucranianos». De modo escasamente diplomático, mientras su departamento maniobraba para echarle el muerto del atentado al segundo mayor perjudicado, Vladimir Putin, Nuland respondía al senador Cruz: «Como usted y, creo, toda la administración, estoy encantada sabiendo que el Nord Stream 2 es, como usted gusta de decir, un montón de chatarra en el fondo del océano».

Pero Trump no entra en esto, sino en su participación en el Maidán, la más exitosa de las ‘revoluciones de colores’ norteamericanas.  

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