Hoy no juegan los Nicks ni los Rangers y las colas alrededor del Madison Square Garden de Nueva York son tan largas como si hubiese partido de los dos equipos de Manhattan a la vez. Tampoco tocan los Stones. Ni banloncesto ni hockey ni rock, la estrella en el mítico escenario neoyorkino es Donald Trump.
El candidato republicano protagoniza este domingo un mitin central de su campaña en una ciudad que con toda seguridad compensará con su apoyo a Harris la preferencia del resto del estado. Trump es profeta en su tierra durante unas horas, pero el acto promete tener repercusión en todos los Estados Unidos. A unos metros de su torre en la Quinta Avenida no le votarán, pero en la mayoría de los condados del país será la primera opción.
Llegados de incontables rincones, desde el sábado se ven a partidarios de Trump alrededor del pabellón polideportivo más famoso del planeta. Desde esta mañana son legión. El protagonista no hablará hasta las 17.00 hora local (22.00 hora española), pero ya a las 12.00 del mediodía comenzaban a entrar los más previsores para ocupar su asiento.
Como «un VIVA gigantesco» lo ha definido Jorge Buxadé, que estará presente junto a otros miembros de Patriotas por Europa. Un VIVA a la americana. A la escala de Nueva York.
