El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha instado al presidente ruso, Vladimir Putin, a detener los ataques aéreos sobre Kiev, después de una nueva ofensiva rusa que ha dejado al menos nueve muertos y más de sesenta heridos en la capital ucraniana.
«¡Vladimir, ALTO! 5.000 soldados mueren cada semana. ¡Cerremos el acuerdo de paz!«, ha escrito Trump en su red Truth Social este jueves. El presidente estadounidense ha calificado los bombardeos rusos como «innecesarios» y «en un mal momento», en referencia a los cohetes y drones lanzados sobre zonas residenciales de Kiev, en los que, según autoridades locales, murieron seis niños y aún se teme que haya víctimas bajo los escombros.
Frente a la escalada, Trump ha reiterado su propuesta de paz, que contempla, entre otras condiciones, el reconocimiento de Crimea como territorio ruso. Se trata de una iniciativa que, según afirmó, ya ha sido aceptada por Moscú. «Sólo falta que los dirigentes ucranianos lleguen a un acuerdo», aseguró. El Kremlin, por su parte, ha acogido con entusiasmo el plan del mandatario estadounidense. El portavoz Dmitri Peskov afirmó que las propuestas de Trump «coinciden plenamente» con la visión del Gobierno ruso.
Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no ha cedido. Interrumpió su visita oficial a Sudáfrica para gestionar la crisis desde Kiev, delegando en su ministro de Exteriores, Andriy Sybiha. Zelensky ha insistido en que Ucrania no aceptará entregar ni un centímetro de su territorio y recordó que, en 2018, durante la primera presidencia de Trump, Estados Unidos instó formalmente a Rusia a abandonar Crimea.
Trump, en cambio, responsabilizó a Zelensky del bloqueo del proceso de paz. «Puede tener paz o puede luchar otros tres años antes de perder todo su país», advirtió el presidente, criticando los «comentarios inflamables» del líder ucraniano.