A Estados Unidos y al mundo le esperan dos meses frenéticos, angustiosos, de transición entre dos equipos de gobierno que se aborrecen, la Administración Biden y el Ejecutivo del gran ganador de la jornada, Donald Trump. Afortunadamente, la tensión se verá un tanto aliviada por la aplicación de una enmienda de 2022 a las leyes que rigen la transferencia de poder entre administraciones.
Van a hacerse largos los casi 80 días que median entre las elecciones y la toma de posesión de Trump el 20 de enero de 2025, tiempo durante el cual el presidente electo preparará su administración para reemplazar a la de Biden. Históricamente esta pausa no ha resultado especialmente dramática, pero en el momento de enorme polarización que vive el país puede hacerse interminable.
Pero este año entra por primera vez en vigor la Ley de Reforma del Recuento Electoral que afecta a la regulación de este periodo, regido hasta ahora por las reglas enumeradas en la Ley de Transición Presidencial de 1963. La nueva ley prevé que cinco días después de la elección el equipo del candidato ganador comience a prepararse para la Casa Blanca.
Salvo que haya leyes en los estados que especifiquen otra cosa, los gobernadores serán los responsables de presentar los certificados de los electores presidenciales estatales. Al proporcionar una revisión judicial expedita de los asuntos relacionados con los electores, garantiza que el Congreso pueda establecer una lista final de electores. La nueva ley define la participación del vicepresidente en el recuento de votos electorales como puramente ceremonial y no le otorga ningún poder para afectar el recuento de ninguna manera. También reduce la posibilidad de impugnaciones al elevar el umbral para las objeciones del Congreso a una quinta parte de cada cámara. Anteriormente se necesitaba un solo miembro de ambas cámaras para presentar una objeción a un elector o una lista de electores.
Además, la Administración de Servicios Generales (GSA) ahora está obligada a proporcionar dinero a ambos candidatos (en caso de que uno de ellos no retire su candidatura dentro de los cinco días posteriores a la elección), aunque en esta ocasión no pasará. La responsabilidad inicial del candidato seleccionado es adquirir conocimiento de las misiones, políticas y proyectos actuales de la agencia, así como comenzar el proceso de cubrir puestos políticos en el poder ejecutivo, desde secretarios de gabinete hasta asistentes de prensa.
El nuevo equipo recibe orientación de líderes de carrera y personas designadas por la Administración saliente para ayudar en el lanzamiento de su gobierno. También proporcionan información sobre cuestiones importantes y facilitan las investigaciones.