«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Sostiene que esta acción violó su derecho a la libertad de expresión y le causó angustia emocional

Una seguidora de Trump demanda a un equipo de béisbol por prohibirle entrar con una gorra de MAGA

Moody con la gorra de MAGA (Make America Great Again) - Facebook

Una trabajadora social de 64 años residente en Saint Albans (Queens) llamada Aura Moody ha presentado una demanda en el Tribunal Federal de Brooklyn, exigiendo una compensación de 2 millones de dólares por daños y perjuicios. En su querella, alega que le impidieron injustamente ingresar al Citi Field el mes pasado debido a que llevaba puesta una gorra con el lema «Make America Great Again» (MAGA), símbolo del expresidente Donald Trump. La demanda, presentada el 6 de septiembre, sostiene que esta acción violó su derecho a la libertad de expresión y le causó «angustia emocional».

Según apunta, ella y una amiga llegaron al Citi Field el 14 de agosto para ver un partido entre los Mets y los Oakland A’s junto a otros miembros del Club Republicano de Queens Village. Ambas mujeres, que forman parte de la directiva del club, llevaban gorras MAGA. Después de pasar por los controles de seguridad, un empleado del estadio les informó de que no podían entrar con esas gorras, argumentando que eran «demasiado políticas». Moody intentó apelar a sus derechos acogiéndose a la Primera Enmienda, pero el personal insistió en que se quitaran los sombreros.

Las dos mujeres se sintieron obligadas a seguir la instrucción, preocupadas por causar incomodidad al resto de su grupo, que ya se encontraba en sus asientos. A pesar de que Moody intentó guardar su gorra en su bolso, se le indicó que eso no era posible, ya que podría volver a ponérsela una vez se sentara. En su lugar, se les exigió que sacaran las gorras del estadio, según los documentos presentados en la demanda.

Moody relata que, sintiéndose víctima de «discriminación racial y represalias políticas», pidió hablar con un supervisor. Este confirmó que la política del estadio requería que las gorras fueran retiradas. Finalmente, las mujeres tuvieron que contactar a su amiga, quien las había acompañado en coche, para poder guardar las gorras en su vehículo.

Lo que más le enfureció fue que, al llegar finalmente a su asiento, observó que otros miembros de su grupo seguían portando gorras y ropa con lemas MAGA. Este trato diferenciado, según su testimonio, reforzó su creencia de que fue objeto de racismo.

Tras enterarse del incidente, el equipo de los Mets declaró que el empleado había cometido un error respecto a su política de vestimenta. El 17 de agosto, un representante de la organización se comunicó con Moody para pedirle disculpas en nombre del equipo y aclarar que no existía ninguna prohibición sobre el uso de la gorra MAGA. Además, aseguraron que el personal había sido «reeducado» para evitar futuros malentendidos.

A pesar de las disculpas, Moody ha decidido proceder con la demanda, alegando que el incidente afectó gravemente a su reputación y le causó sufrimiento emocional. En sus declaraciones, subraya que se sintió atacada por ser «una mujer negra que lleva una gorra MAGA», y que el episodio fue un claro ejemplo de discriminación racial y retaliación política.

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