El presidente de VOX, Santiago Abascal, ha aprovechado su presencia en Santiago de Compostela, donde ha participado en la presentación del documental de la Fundación Disenso El Futuro de Europa, para rechazar que los integrantes del partido sean tildados de «antieuropeos» y augurar que «Europa podrá salvarse», precisamente, con el ascenso de las fuerzas que «defienden las naciones europeas soberanas», que también —ha dicho— llegará en España.
En un acto celebrado en el Hostal dos Reis Católicos, ubicado en la Praza do Obradoiro, y ante más de 150 asistentes, Abascal ha erigido la capital gallega en «el corazón espiritual de Europa».
El acto lo ha arrancado Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso, cuya labor ha destacado Abascal por «romper todos esos debates o abrir todos esos debates que no se habían producido, romper los consensos o las mordazas, consensos absolutamente falaces que habían impuesto a la población española». Al tiempo, ha recalcado que el «caduco» eje franco alemán «muy pronto será sustituido».
«Habían decretado todos los debates cerrados, no se podía hablar de inmigración porque inmediatamente tenían un epíteto destinado al que osase abrir un debate sobre las inconveniencias de la inmigración masiva. No se podía hablar del debate del género, porque ya habían dictado que el número de géneros era interminable y que no se podía hablar de hombre y de mujer«, ha remarcado.
Otro de los debates que, en el contexto europeo, fueron «amordazados» es el de la «voracidad fiscal» bajo, en su opinión, el pretexto de que «los impuestos estaban destinados a los servicios públicos». «Aunque una gran parte de la población viera que el fruto de su esfuerzo acababa en la financiación del gasto político y del gasto ideológico», ha apostillado, para añadir que tampoco «se podía hablar de las restricciones climáticas» y de sus consecuencias «para las clases medias y más desfavorecidas».
Abascal ha reivindicado que, hasta la llegada de Vox «el debate sobre el ser de Europa y sobre su futuro» estaba «cancelado», o se daba en términos que ha calificado de «pobres». Bajo su punto de vista, «solo atreverse a plantear una objeción implicaba que a uno se le retirase el carné de europeísta» y esta premisa es la que el partido no está dispuesto a aceptar.
«Con toda claridad y para que nadie se lleve a engaño, España es Europa sin matices. España es Europa por derecho propio. A nosotros nos ha hecho falta una historia de siglos de reconquista para defender una identidad concreta y para que hoy España pueda ser por derecho propio, parte de Europa. España ha contribuido a salvar a Europa en batallas importantísimas», ha argumentado.
En ello se ha basado para contradecir a quienes atribuyen eurofobia o antieuropeísmo a los integrandes del partido. «Al contrario, pensamos que quien hoy pone en cuestión Europa, su identidad, su historia y sus libertades son los burócratas de la Unión Europea. Nosotros defendemos una Europa fiel a sus raíces, que son muy concretas, con todos los matices que se quieran: el pensamiento griego, el derecho romano y la teología cristiana», ha esgrimido.
«Defendemos una Europa original de naciones soberanas y no aceptamos de ninguna manera que, con el pretexto de una mayor coordinación, se acabe con las naciones soberanas y se acabe, por lo tanto, con nuestra democracia, alejando todas las decisiones de los ciudadanos», ha continuado su discurso, crítico con los «intentos totalitarios» de construir una Europa «en la que todo se decidiese desde un centro».
«Bien la Europa de Hitler, o bien esa Europa en parte soviética, donde se pretendía decir a las naciones qué es lo que tenían que hacer. Nosotros defendemos una Europa de naciones libres y soberanas que sea fiel al tratado fundacional y una Europa viable en la que el campo, la ganadería, la agricultura sean viables y no estén subvencionados o tengan que acabar siendo clausurados para convertir Europa en una especie de parque temático», ha proclamado.
Una Europa, ha continuado Abascal, que «no se pegue tiros en el pie y que apueste por la soberanía energética, antes de reflexionar sobre «quiénes son los antieuropeos», si quienes pretenden potenciar el mercado único o «los que están abriendo puertas al producto extranjero que arruina a ganaderos y agricultores»; o «financian a países extracomunitarios que compiten de manera desleal con los productos españoles y europeos».
«¿Quiénes son antieuropeos? ¿Los que sabemos que están sirviendo a los intereses de terceras naciones o los que estamos con nuestros pueblos? ¿Los que nos negamos a que se pierda toda diversidad y toda la riqueza cultural de Europa o los que quieren hacer tabla rasa, haciendo que no existan diferencias culturales y que todo sea sustituido por una especie de magma multicultural consecuencia de la inmigración masiva?», se ha preguntado.
Finalmente, antes de visualizar el documental y de que el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch expusiese sus reflexiones, Abascal ha reivindicado que Vox persistirá en el debate sobre el futuro de Europa. «Porque nosotros la amamos y queremos que sobreviva», ha dicho.
Y en esta coyuntura, ha insistido en que «el eje franco alemán que hasta ahora lo dictaba todo es parte del pasado y ya está siendo sustituido en muchísimas naciones» por otras fuerzas con las que Vox se «identifica». En su discurso ha citado lo ocurrido «en Italia, Polonia, Finlandia, Suecia, Hungría y Chequia«.
«Probablemente muy pronto ocurra eso también en Francia y en España. Y no tengo ninguna duda de que cuando esas fuerzas que defienden las naciones soberanas europeas sean las fuerzas principales en las respectivas naciones, Europa podrá salvarse», ha zanjado.