Al menos dos activistas climáticos miembros de la organización de defensa del medio ambiente Just Stop Oil han rociado con pintura naranja el monumento megalítico de Stonehenge, situado en Reino Unido, para exigir al Gobierno un compromiso forme para acordar a nivel internacional un «plan equitativo que ponga fin a la extracción y quema de petróleo, gas y carbón para 2030».
El acto de vandalismo ha tenido lugar sobre el mediodía (hora local), cuando los dos activistas han rociado el icónico monumento neolítico, situado cerca de la ciudad inglesa de Salisbury, en el sur de Reino Unido, donde está previsto que se reúnan este jueves miles de personas para celebrar el solsticio de verano.
Estas acciones tienen lugar poco después de que el Partido Laborista haya prometido comprometerse a detener las futuras licencias para el establecimiento de nuevos yacimientos de petróleo y gas como parte de su campaña electoral de cara a las generales previstas para el próximo 4 de julio.