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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Austria anuncia más controles fronterizos si Alemania devuelve a inmigrantes

«No estamos dispuestos a firmar acuerdos con Alemania que vayan en contra de los intereses de Austria», reitera el jefe de Gobierno.

El Gobierno austríaco ha anunciado este martes que «protegerá sus fronteras» y ha advertido sobre «un efecto dominó» si Alemania limita la entrada de inmigrantes como parte de un acuerdo para cerrar una crisis del Ejecutivo de Berlín.

«Todo indica que Alemania está lista para tomar medidas nacionales», declaró el canciller austríaco, Sebastian Kurz, en una rueda de prensa en Viena.

En caso de que se aplique el acuerdo alcanzado en Alemania, Austria reforzaría los controles fronterizos con Italia y Eslovenia «para evitar efectos negativos para Austria y su población», se justificó el canciller federal.

El Ejecutivo austríaco ha hecho de la lucha contra la inmigración una de sus prioridades en política nacional y también de la presidencia semestral de la Unión Europea, que inició este mes.

Kurz ha pedido aclaraciones a Berlín sobre la posible devolución de solicitantes de asilo en la frontera y ha advertido de que Austria no aceptará de forma voluntaria este tipo de entregas.

«No estamos dispuestos a firmar acuerdos con Alemania que vayan en contra de los intereses de Austria», recalcó el jefe de Gobierno.

El pacto en Alemania entre la democristiana CDU de la canciller federal, Angela Merkel, y la CSU de su ministro del Interior, Horst Seehofer, prevé crear centros para inmigrantes en la frontera entre Alemania y Austria.

En esos «centros de tránsito» será posible rechazar el ingreso de solicitantes de asilo que hayan sido registrados con anterioridad en otros países de la UE.

El acuerdo todavía tiene que ser ratificado por el partido socialdemócrata SPD en la coalición en el Gobierno alemán.

El Ejecutivo austríaco ya había expresado en el pasado su temor de que un endurecimiento de las políticas alemanas pudiera dejar en la república alpina a numerosos solicitantes de asilo que tenían como objetivo llegar al país vecino.

Países como Eslovenia y República Checa han anunciado que tomarán medidas similares a Alemania y Austria, lo que puede generar un endurecimiento general de los controles fronterizos en toda la zona Schengen de libre circulación en Europa Central y Oriental.

«Estudiamos cualquier medida para proteger a nuestra población. Para ello, estamos también dispuestos a tomar medidas en las fronteras del sur del país», agregó Kurz en referencia a Italia y Eslovenia.

«Nuestro gran objetivo es reducir la inmigración ilegal, por eso tenemos simpatía hacia todas las medidas en ese sentido, pero no en detrimento de los intereses de Austria», subrayó el canciller.

Kurz insistió en que se deben reforzar las fronteras exteriores de la UE para poder contar con un espacio de libre movimiento como el de Schengen dentro de Europa, y criticó como equivocada la política de acogida de los últimos años, en una velada alusión a Merkel.

«La política equivocada de los años pasados ha llevado a que la Europa sin fronteras interiores esté en peligro», declaró Kurz, que pidió reforzar los controles en las fronteras exteriores y dotar de más medios a Frontex, la agencia de fronteras de la UE.

El jefe del Gobierno austríaco aseguró que esa política migratoria equivocada ha aumentado las tensiones dentro de la sociedad europea y entre los Estados, y consideró que también es la responsable de «miles de muertos ahogados en el Mediterráneo».

Como contraposición puso como ejemplo la política migratoria de Australia. Australia utiliza su Armada para evitar la llegada de embarcaciones y los inmigrantes que llegan a tierra son enviados a centros de detención en terceros países, en su caso las islas de Manus y Nauru.

Kurz ha defendido en numerosas ocasiones la creación de centros de acogida en países del norte de África, como Túnez, y celebró el acuerdo migratorio del último Consejo Europeo en esa línea.

En cualquier caso, celebró «un cambio de tendencia» en la política migratoria en la UE en favor de mayores restricciones y alejada de las «fronteras abiertas».

Por su parte, el vicecanciller austríaco, Heinz Christian Strache, llegó más lejos y dijo que se debía de prohibir el derecho al asilo a aquellos inmigrantes que hubieran llegado a Europa de forma irregular.

Además, demandó que Frontex rechace de forma activa a los inmigrantes en las fronteras y que los rescatados en alta mar no sean llevados a puertos del continente.

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