La estrella Macron se está apagando. Y de manera brusca, a juzgar por las últimas encuestas en Francia que reflejan una fuerte caída en su popularidad.
Menos de tres meses después de su elección, el deseado Macron ha visto cómo su popularidad ha caído tras el anuncio de fuertes recortes económicos, su reforma laboral que no contenta a los sindicatos y su enfrentamiento con el poder militar.
Una serie de encuestas de opinión publicadas la semana pasada en Francia refleja la caída en apoyos al joven presidente y la poca confianza que genera su acción política. A pesar de que ha ganado cierto peso internacional -fuera de las fronteras comunitarias en mayor medida-, los problemas le crecen en casa.
Según explica la agencia AP, haciéndose eco de los resultados del estudio pilotado por la encuestadora Ifop, ‘’a parte de Jacques Chirac en julio de 1995, un nuevo presidente jamás ha visto menguar su popularidad en tan poco tiempo durante el verano posterior a su elección’’.
Se presentó ante la ciudadanía como una fuente de renovación capaz de devolver a Francia la esperanza después de años de crisis económica y tremendos problemas de seguridad. Sin embargo, los franceses parecen ir perdiendo poco a poco la esperanza en su líder, que llegó al poder sin una estructura de partido y dando forma a un Gobierno sin cimientos ideológicos, aglutinando sensibilidades que son manifiestamente incompatibles.
El giro de la opinión pública, explica Ifop, se debe a la nueva percepción que el electorado tiene de Macron: un líder sin experiencia, hambriento de poder y con tintes autoritarios.
Tanto es así que la prensa francesa ya ha apodado a su presidente como ‘Júpiter’, en referencia al rey mitológico romano y a la percepción que genera su incipiente andadura en la cima del poder. Es presentado como alguien que ha puesto patas arriba el panorama político y que ha pasado de una cierta ‘oscuridad’ a presidente de la República con sólo 39 años.
Jean-Daniel Levy, director del Departamento de Política y Opinión del instituto de encuestas Harris Interactive, conecta la bajada de popularidad del presidente con los planes del Gobierno para reducir la ayuda a la vivienda para los estudiantes y para iniciar la reforma tributaria. El proyecto del líder galo tiene como objetivo ayudar a las rentas más bajas pero podría repercutir negativamente en los jubilados.
Enfrentamiento con militares y sindicatos
La imagen de Macron también ha sufrido un duro golpe cuando anunció recortes al presupuesto militar, algo que no agradó a la cúpula de la institución. El General Pierre de Villiers dimitió y fue rápidamente reemplazado, algo que fue percibido por la opinión pública y sus rivales políticos como un reflejo de la tendencia autoritaria del presidente.
El Gobierno también lanzó las reformas laborales, que centraron gran parte del discurso electoral de Macron, para relanzar la economía gala a través de una serie de políticas neo-liberales. Los cambios incluirán la limitación de sanciones financieras a las empresas demandadas por despedir a sus empleados y darles a las corporaciones mayor margen de maniobra para establecer las reglas del sitio de trabajo en lugar de confiar en los acuerdos de negociación colectiva.
Los sindicatos y los partidos de extrema izquierda de Francia están luchando contra las reformas, diciendo que debilitarían las protecciones de los trabajadores.
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