La Comisión Europea ha rechazado comprar generadores de emergencia para hacer frente a una crisis energética. Kadri Simson, la comisaria europea de energía, afirmó que la medida va contra de la agenda «verde» «La Comisión no apoya la instalación de grupos electrógenos para la seguridad energética si son a base de combustible fósil», manifestó.
Simson argumentó que el bloque «estaba expandiendo la generación de energía renovable», que servirá, a su juicio, como un «escudo» para los hogares y las empresas, e insistió en que, pese a la situación de escasez, la UE «no ha sufrido apagones».
Respondió así por escrito a una consulta de André Rougé, eurodiputado francés de Agrupación Nacional (Identidad y Democracia), quien expresó su preocupación por la adquisición por parte de muchas empresas de generadores para evitar un posible aumento en el coste de la electricidad. «Esta solución a medio plazo ya se está utilizando en algunas comunidades en el extranjero, incluso en la Polinesia Francesa, como una forma de hacer frente a los frecuentes cortes de energía», agregó.
Gobiernos nacionales dentro de la UE han alentado a las empresas a tomar tales medidas. La coalición gobernante de Alemania aconsejó el año pasado a las empresas que compraran generadores de emergencia en preparación para una posible «escasez de gas y electricidad» a raíz de la guerra de Ucrania. «Se recomienda especialmente equipar con generadores de energía de emergencia los operadores de infraestructura crítica», comentó el ya exsecretario de Energía, Patrick Graichen.
Los expertos están particularmente preocupados por el próximo invierno, ya que la UE se enfrenta a la posibilidad de interrupciones de energía: «Todo se reduce al invierno que tendremos, que se desconoce en este momento».
