La Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, ha pactado un reglamento que permite a las aerolíneas cobrar por el equipaje de mano en un nuevo golpe a los usuarios con el objetivo de combatir el «cambio climático» y las emisiones de CO2, según sus impulsores. La propuesta, impulsada por la presidencia polaca del Consejo de la UE, ha salido adelante con mayoría cualificada pese a la firme oposición de España, Alemania, Portugal y Eslovenia, y la abstención de Austria y Estonia. Ahora deberá pasar el examen del Parlamento Europeo.
La reforma plantea una nueva categoría de bulto gratuito —el que cabe debajo del asiento— pero avala de forma explícita que las aerolíneas puedan seguir cobrando por maletas en cabina, una práctica común en compañías low cost que hasta ahora se encontraba en un limbo legal. Este cambio, según advirtió España, legitima abusos que ya fueron sancionados por el Ministerio de Consumo hace meses con multas que superaron los 179 millones de euros.
Las sanciones recayeron sobre cinco aerolíneas de bajo coste: Ryanair (más de 107 millones), Vueling (39 millones), EasyJet (29 millones), Norwegian (1,6 millones) y Volotea (1,1 millones). Los motivos: desde cobrar por el equipaje de mano hasta exigir suplementos por reservar asientos contiguos para personas dependientes o menores, pasando por recargos por imprimir tarjetas de embarque en el aeropuerto, falta de claridad en los precios o la negativa a aceptar pagos en efectivo.
Además, la nueva normativa endurece los derechos de los pasajeros ante los retrasos. El umbral mínimo de horas de espera para reclamar compensaciones económicas se eleva: será de cuatro o seis horas, dependiendo de la duración del vuelo, frente a las tres actuales. España rechazó frontalmente este punto, por considerar que supone un retroceso claro en la protección al viajero.
Otro de los aspectos polémicos es la validación por parte de Bruselas de prácticas como la «no show», por la que una compañía puede anular el vuelo de vuelta si el pasajero no usó la ida, algo hasta ahora considerado ilegal en España. También se autoriza cobrar por corregir errores en los datos personales del billete si estos se modifican en las 48 horas previas al vuelo, pese a que la Agencia Española de Protección de Datos considera que esta rectificación debe ser gratuita.
La reforma estipula además que las aerolíneas sólo estarán obligadas a garantizar un asiento contiguo gratuito para acompañantes dependientes si este se solicita en el momento de facturar y sólo en caso de que haya plazas disponibles. De lo contrario, los pasajeros tendrán que pagar el suplemento para asegurarse ir juntos.
Los viajes de Von der Leyen
Mientras tanto, cabe destacar que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, realizó hace escasas semanas uno de los vuelos en jet privado más cortos que se han registrado, al desplazarse junto a otros dos altos cargos de la Unión Europea desde Bruselas hasta Luxemburgo, una distancia que podría haberse cubierto en coche en menos de tres horas.
El viaje, que también incluyó al presidente del Consejo Europeo, António Costa, y a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, fue realizado mediante un vuelo chárter especialmente contratado para la ocasión. La visita tenía como objetivo participar en la celebración del Día de Schuman junto al primer ministro luxemburgués, Luc Frieden.