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reino unido y eeuu impulsan esta energía

Científicos plantean un despliegue masivo de reactores nucleares para alcanzar la «descarbonización» mundial

españoles nucleares
Energía nuclear. Redes sociales

La energía nuclear vuelve a posicionarse como la pieza clave en la estrategia energética de varios países occidentales. En el Reino Unido, el Gobierno de Keir Starmer ha anunciado esta semana una inversión de 14.200 millones de libras en la construcción de una nueva central en Sizewell C, un proyecto que el secretario de Energía, Ed Miliband, ha presentado como el inicio de una “nueva era dorada” para el sector nuclear británico. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump firmó recientemente una serie de órdenes ejecutivas para cuadruplicar la capacidad nuclear del país para 2050.

Estos anuncios se producen en un contexto en el que numerosos gobiernos buscan alternativas a los combustibles fósiles para cumplir con los compromisos de descarbonización establecidos para mediados de siglo. Aunque las inversiones en energías renovables como la solar y la eólica han aumentado considerablemente en los últimos años, el avance hacia el objetivo de emisiones netas cero ha sido más lento de lo previsto.

En este escenario, el debate en torno al papel de la energía nuclear ha cobrado nuevo impulso, reforzado por publicaciones recientes como el libro Going Nuclear: How the Atom Will Save the World (Volverse nuclear: cómo el átomo salvará el mundo), del científico británico Tim Gregory, químico en el centro nuclear de Sellafield. En su obra, Gregory plantea que la energía nuclear es actualmente una de las opciones más viables para lograr una red eléctrica libre de emisiones.

Según sus estimaciones, bastarían diez reactores como el Olkiluoto-3 de Finlandia para eliminar la dependencia de combustibles fósiles en el sistema eléctrico británico. En Europa se requerirían unos 170 reactores, y a escala mundial, alrededor de 1.500. Gregory señala como referencia el caso de Francia, que construyó 56 reactores en las décadas posteriores a la crisis del petróleo de los años 70, logrando cubrir con energía nuclear hasta el 70% de su demanda eléctrica.

Los argumentos a favor de una expansión de la energía nuclear también se apoyan en el análisis comparado del impacto de esta fuente energética frente a otras. Según diversos estudios, el número de muertes atribuibles a accidentes como Chernóbil, Fukushima o Three Mile Island ha sido limitado, mientras que la contaminación atmosférica causada por el uso de carbón, gas y petróleo provoca miles de muertes anualmente.

En el Reino Unido, Sellafield alberga actualmente la mayor reserva civil de plutonio del mundo, con 141 toneladas almacenadas. Según Gregory, este material podría reutilizarse como combustible para nuevos reactores durante más de un siglo, pero el Gobierno ha optado recientemente por su eliminación mediante almacenamiento geológico profundo.

El caso de Alemania también ha reabierto el debate. Su estrategia de transición energética, que implicó el abandono progresivo de la energía nuclear tras el accidente de Fukushima, ha supuesto un coste de más de 500.000 millones de euros. Diversas evaluaciones técnicas consideran que, con esa inversión, se podrían haber construido decenas de reactores nucleares capaces de cubrir toda la demanda eléctrica sin necesidad de recurrir a fuentes intermitentes.

El debate sobre la energía nuclear continúa abierto. Las nuevas decisiones políticas y las cifras de inversión apuntan a un replanteamiento del modelo energético que podría devolver al átomo un papel central en los próximos años.

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