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Cómo será la coronación de Carlos III: entre la tradición y la adaptación a los nuevos tiempos

Europa Press

Londres será escenario este sábado de la primera coronación de un monarca en siete décadas. Carlos III, rey desde el mismo instante en que murió su madre, el 8 de septiembre de 2022, será coronado formalmente en un ceremonia que prácticamente viene pautada por la tradición pero abierta a detalles propios de los tiempos, desde un carruaje con aire acondicionado a un seguimiento audiovisual al detalle de principio a fin y desde todos los ángulos.

Isabel II hizo historia como la monarca que más tiempo ha estado en el trono, por lo que la última coronación data del 2 de junio de 1953. La ceremonia, la primera de este tipo emitida por televisión, se replicará 70 años después con la novedad de que, por primera vez desde 1937, junto al rey será coronada también una reina consorte, en este caso la reina Camila.

Las celebraciones arrancarán formalmente con una procesión desde el Palacio de Buckingham, en torno a las 10.20 (una hora más en la España peninsular). Los monarcas contarán con custodia militar y acompañamiento de la familia, pero la comitiva será considerablemente más pequeña que la que acompañó a Isabel II en 1953, en la que participaron miembros de otras familias reales y líderes políticos.

Carlos III también introducirá como novedad la carroza utilizada para desplazarse, ya que no se moverá en un coche construido en 1762 y utilizado en todas las coronaciones desde 1831. Utilizará otra carroza construida en 2012, para celebrar el Jubileo de Diamante de Isabel II, y que es más ligera y confortable.

La procesión llegará a la abadía de Westminster poco antes de las 11.00 (hora local). El templo ha servido ya para 13 coronaciones previas —la primera fue en el año 1066— y acogerá los principales actos de la jornada, para la que la Casa Real ha extendido unas 2.000 invitaciones.

La lista de invitados incluye a miembros del actual Gobierno, incluido el primer ministro Rishi Sunak, y antiguos inquilinos de Downing Street, así como representantes de casas reales y jefes de Estado y de Gobierno de otros países, aunque gran parte de las miradas estarán puestas en los miembros de la familia real británica.

El príncipe de Gales, Guillermo, primero en la línea de sucesión, ocupará un papel destacado, así como su hijo mayor, el príncipe Jorge, que ejercerá de paje de honor. El hijo menor de Carlos III, Enrique, enfrentado públicamente con su familia, también está confirmado entre los asistentes, aunque no así su mujer, Meghan Markle, ni sus hijos, que se quedarán en Estados Unidos.

En total, la ceremonia durará unas dos horas, dividida en diversas fases. El monarca ha elegido las piezas que sonarán durante este tiempo y que van desde obras del compositor Andrew Lloyd Webber a música ortodoxa griega en homenaje a su padre, el difunto príncipe Felipe.

En un primer momento, Carlos III será presentado al pueblo, proclamado como «rey indiscutible» junto a una silla con 700 años de historia —está considerada el mueblo más antiguo de Reino Unido y ha visto pasar a 26 reyes—. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, leerá la primera declaración y los asistentes corearán «Dios salve al rey» tras cada proclamación pública.

Tras esta primera etapa llega la de los juramentos, de tipo legal y también religioso —como rey, Carlos III también encabeza la iglesia Anglicana—, antes de dar paso a la que previsiblemente será una de las grandes imágenes de esta ceremonia. El monarca se quitará la túnica ceremonial antes de sentarse en la silla de la coronación y ser ungido por el arzobispo, un momento que tradicionalmente se ha hecho en privado por considerarse íntimo.

A continuación, Carlos III recibirá una supertúnica bordada y se le mostrarán algunos de los grandes emblemas de su casa, entre ellos la Orbe del Soberano, el Anillo de la Coronación, el Cetro del Soberano con la Cruz y el Cetro del Soberano con la Paloma. El rey se pondrá por primera y última vez en su vida la corona de San Eduardo, hecha en el siglo XVII para Carlos II y que pesa más de dos kilos.

Las campanas de la abadía sonarán durante dos minutos y habrá salvas en homenaje al rey en todo Reino Unido, antes de que Carlos III se siente en el trono y comience a recibir la lealtad pública, incluida la de su hijo mayor y heredero al trono.

Después, y de forma más breve, llegará el momento de la reina, que también será ungida, coronada y entronizada aunque en una ceremonia más sencilla y en la que no tendrá que prestar juramento, al tratarse de una consorte. En su caso, se le impondrá la corona de la reina María, que data de 1911.

Los reyes abandonarán en torno a las 13.00 (hora de Londres) la abadía para emprender rumbo de nuevo al Palacio de Buckingham, ahora ya sí en la carroza histórica. De nuevo, cerca de 2,3 kilómetros de recorrido que estarán atestados de ciudadanos y en el que habrá estrictas medidas de seguridad.

Desde la coronación de Eduardo VII en 1902, es tradición que el nuevo monarca salude a los ciudadanos desde el balcón central de palacio mientras observan el vuelo de aviones. La Casa Real ya ha confirmado que Carlos III, que ya salió al balcón cuando era un niño en 1953, seguirá con esta tradición.

Queda por ver sin embargo quiénes serán sus acompañantes, en la medida en que tanto la presencia como la ausencia de figuras polémicas, como el príncipe Enrique o el príncipe Andrés, será objeto de debate.

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