Una pareja afgana que residía en Altenbuch (Alemania) ha sido condenada a cadena perpetua por un asesinato cometido en conjunto. Vivían con sus cinco hijos en un refugio para refugiados en el distrito de Miltenberg. En agosto de 2024, el hombre, de 39 años, asesinó a un joven de 18 con trece hachazos en un bosque. Fue su esposa quien atrajo a la víctima al lugar del crimen esa misma noche.
Según el Tribunal Regional de Aschaffenburg, la mujer se ocultó entre los arbustos, mientras su hijo mayor utilizó un patinete eléctrico para enviar una señal luminosa al padre. En ese momento, el hombre se acercó por detrás de la víctima y la atacó brutalmente con un hacha, asestándole trece golpes en la cabeza. El arma fue hallada cerca, con rastros de su ADN y la etiqueta de compra aún adherida. Los cinco hijos de la pareja presenciaron el asesinato, incluido un bebé de tan solo doce meses.
Los jueces han calificado el crimen como una auténtica «ejecución». En el caso del padre, se ha determinado una gravedad particular, lo que le impide acceder a la libertad condicional tras cumplir 15 años de condena. Asimismo, según la policía, el motivo del asesinato fue una ofensa que la víctima habría dirigido al hijo del agresor durante una partida de videojuego en línea: «Te voy a violar».