El pasado 6 de junio, los tribunales de Moselle, en Metz (Francia), dictaron sentencia condenatoria contra Maroof Easakhail, un solicitante de asilo afgano de 33 años, a 25 años de prisión por asesinar a su pareja, Anita Gashi, kosovar de 25 años embarazada de cinco meses, al incendiar intencionadamente su apartamento en el barrio de Borny.
Según relata Le Parisien, el 23 de junio de 2022, un incendio provocado conmocionó el barrio de Borny, en Metz. Anita Gashi, de 25 años, quedó atrapada en su apartamento, sufriendo quemaduras de tercer grado en más del 90% de su cuerpo. Embarazada de cinco meses, perdió a su bebé al día siguiente y murió un mes después. Los vecinos relataron haber escuchado gritos de «¡Para, para!» antes de que el fuego, acompañado de una explosión y humo negro, consumiera el lugar.
Maroof Easakhail, pareja de Gashi y padre de su hijo de cuatro años, escapó por una ventana. Las investigaciones confirmaron que el incendio fue intencionado, con múltiples focos y rastros de gasolina en un bidón etiquetado engañosamente como «agua desmineralizada». Este acto de extrema crueldad fue calificado por la Fiscalía como un «asesinato atroz» planeado para eliminar a Gashi.
Durante el juicio, iniciado el 5 de junio de 2025, Easakhail ofreció versiones contradictorias. Primero negó su implicación, pero luego admitió haber provocado el fuego, alegando un supuesto plan con Gashi para defraudar al seguro por problemas económicos. El tribunal, presidido por Nicolas Faltot, desestimó esta versión como «un montaje incoherente», destacando que Easakhail no presentaba quemaduras ni signos de haber intentado salvar a su pareja. El fiscal Cédric Lausmone señaló que el agresor buscó «deshacerse fríamente» de Gashi, quien planeaba dejarlo, algo que él no aceptaba.
Testimonios revelaron un historial de violencia doméstica. Easakhail, según vecinos y la hermana de Gashi, reprochaba a su pareja sus «ropas occidentales» y su actitud abierta, además de agredirla durante su embarazo. Una frase atribuida al acusado, «en mi país, el hombre mata a la mujer si se separa», reflejó una mentalidad incompatible con los valores europeos, según la abogada de la familia, Samira Boudiba.
La familia de Gashi, llegada desde Serbia, expresó su devastación. «Anita no merecía esto; era una madre dedicada que quería un futuro mejor», declaró su hermana. El hijo de la pareja, ahora de siete años, vive en un centro infantil en Metz, enfrentando las secuelas de haber perdido a su madre y a su hermano no nacido. Zakia Ait Ali Slimane, abogada del menor, subrayó la necesidad de protegerlo y garantizarle un entorno seguro.
El barrio de Borny, escenario del crimen, es conocido por su alta tasa de delincuencia, con incidentes como tiroteos y disturbios recientes. Este caso ha intensificado las demandas de los residentes por mayor seguridad y control migratorio, en un contexto donde la convivencia se ve afectada por la marginalidad y la falta de integración.