Desde hace algunos meses los activistas climáticos buscan llamar la atención de líderes políticos y gobernantes. Polémica fue la campaña de algunos fanáticos por el clima que pegaron sus manos con pegamento a famosas obras de arte. Esta vez su delirio ha llegado a las carreteras portuguesas, donde han intentado cortar el tráfico en una reivindicación por contra la contaminación.
Ha ocurrido esta mañana en la Segunda Circular, vía de circunvalación que rodea Lisboa. A hora punta de la mañana, cuando cientos de ciudadanos iban al trabajo, una decena de activistas del grupo «Climáximo» han cortado la carretera con chalecos naranjas, pancartas, y demás señales.
En esta vía que une el este con el oeste de la ciudad, transitada por miles de vehículos cada día, han tenido que ser los propios conductores los encargados de desalojar a estos fanáticos que impedían su paso. Una acción protesta que apenas ha durado minutos, puesto que numerosos conductores han salido de sus vehículos para echarlos.
