El líder democristiano Friedrich Merz no ha salido elegido canciller de Alemania en la primera votación después de que contra todo pronóstico no haya alcanzado la mayoría absoluta que sí le garantiza la coalición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).
Estos tres partidos suman 328 de los 630 escaños del Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento, pero la candidatura de Merz sólo ha recibido el apoyo de 310 diputados, seis por debajo de los necesarios. La votación es secreta.
El resultado ha llenado de conmoción e incredulidad a la CDU, que tenía todo preparado para que Merz tomará ya las riendas del país. Incluso la familia del candidato había acudido a la sesión. Merz abandonó la sala plenaria inmediatamente después de anunciarse el resultado y se convocó una reunión de crisis en el grupo parlamentario CDU/CSU. Fuentes del partido insistieron en que «nadie lo esperaba» y que «nunca antes se dio esta situación».
Los diputados deberán ser convocados a una segunda ronda, aunque no tiene por qué ser necesariamente inmediata. Los partidos han iniciado ya conversaciones para estudiar el camino a seguir.
Necesitaría de nuevo la «mayoría del canciller», en este caso 316 votos. Si en la segunda ronda tampoco obtuviese los votos necesarios, las reglas cambiarían y tendría que celebrarse una tercera ronda de votación. En este caso, sería necesaria la mayoría simple, pero el presidente federal tendría dos opciones: nombrarlo o disolver el Bundestag.