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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La cuestionada legitimidad de la Comisión europea frente a Polonia

Una vez más, la Unión Europea amenaza a Polonia. Escuchando las declaraciones de los eurócratas, se diría que el mayor problema que tiene el Viejo Continente es un país que “está acelerando su descenso en el autoritarismo”. 

La UE anunció este jueves que tomará nuevas medidas contra Polonia contra lo que considera “una sistemática amenaza al Estado de Derecho” a cuentas de la reforma judicial propuesta por el Gobierno, y podría suspender el derecho de voto de Varsovia dentro de la Unión, invocando el Artículo 7 del Tratado de Lisboa.
Polonia, como antes Hungría, tiene un problema evidente con su judicatura. No pocos jueces fueron elegidos por el régimen comunista del que salieron los países del Este y, alegan, no hacen más que frustrar la acción del Gobierno. Para mayor escándalo de Bruselas, los polacos quieren inyectar ‘valores cristianos’ en el sistema. Para el vicepresidente de la Comisión, Franz Timmermans, Polonia ha “minado sigificativamente” la independencia del Poder Judicial.
Naturalmente, ¿quién mejor que la Comisión Europea para dar lecciones de ‘legitimidad democrática’? Probablemente sepa usted quién es el presidente de esa Comisión que tanto influye en nuestras vidas y que tanta mano libre para hacernos llegar sus ‘ukases’, Jean-Claude Juncker, pero apuesto a que nunca ha visto su cara en un cartel o en un vídeo electoral.
Y es que la respuesta se la han puesto en bandeja a los polacos con el famoso ‘déficit democrático’ de esta institución que gusta de dar lecciones de democracia a todo el mundo.
“¿Qué legitimidad tiene la Comisión?”, se preguntaba el ministro de Exteriores ploaco, Witold Waszczykowski . “La Comisión no tiene legitimidad democrática. No es un organismo electo, sino que la eligen los gobiernos”.
Continuaba Waszczykowski: “No podemos aceptar esto. No podemos aceptar que un cuerpo de burócratas elegidos a dedo controle y gobierne a los Estados miembros”.
Zdzisław Krasnodebski, diputado del partido gobernante, Justicia y Paz, reaccionó a las amenazas de Timmermans en una entrevista al canal de televisión wPolityce asegurando que “no es la función de la Comisión dirigir el proceso legislativo de Polonia… El papel de la Comisión es garantizar los acuerdos y si, después de que se pruebe una ley, decide que esta vulnera la legislación comunitaria, tomar las medidas oportunas”.
Por lo demás, activar el Artículo 7 no es fácil; exige una mayoría de 4/5, y al menos Hungría ya se ha comprometido a apoyar la postura polaca.
 
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