Las mafias migratorias aprovechan la «labor humanitaria» de los países europeos y abandonan a los ilegales a la deriva.
La presión migratoria sobre las costas italianas se ha multiplicado desde el comienzo de 2018. Frontex ha publicado el primer informe del año y ha desvelado que el número de inmigrantes ilegales que alcanzaron las costas italianas se ha duplicado en el últimos mes.
«El número de inmigrantes que llegaron a Italia a través de la ruta del Mediterráneo central aumentó en más de 4.800 personas, el doble del mes anterior, cuando este tipo de actividades se vieron afectadas por la lucha cerca de las áreas de salida y el mal tiempo», desvela el informe de la Agencia Fronteriza de la UE.
En cuanto a la procedencia de los mismos, la mayor parte fueron eritreos seguidos por paquistaníes y tunecinos. El Ministerio del Interior italiano ha explicado que la oleada de migración masiva ha precipitado un cambio sin precedentes en Italia, pues el número de extranjeros se ha disparado un 270% desde 2002.
Terroristas en el flujo
“Los terroristas se cuelan en el flujo de refugiados y en las embarcaciones que cruzan el mediterráneo”. Estas palabras, pronunciadas por Viktor Orbán en 2016, provocaron la reacción de los dirigentes comunitarios contra el primer ministro húngaro y una campaña mediática sin precedentes en su contra. Hoy, tres años después, cabe reconocer que lamentablemente tiene razón.
La permeabilidad de las fronteras europeas es un hecho y el espacio Schengen está más cuestionado que nunca. Lejos quedan los tiempos en los que la canciller alemana, Angela Merkel, proclamaba el Welcome Refugees y aseguraba que los mecanismos de recepción y acogida estaban más listos. Nada más lejos de la realidad. Esta madrugada, bandas de inmigrantes africanos y afganos se enfrentaban en Calais en una batalla campal que se saldó con más de 20 heridos.
Interpol ha difundido una lista con los nombres de 50 terroristas del Estado Islámico que llegaron recientemente a Italia y cuyo objetivo principal es penetrar en otros países europeos para preparar atentados. Según alerta la Organización Internacional de Policía Criminal, el documento, obra de la secretaría general de Interpol, fue enviada el 29 de diciembre al Ministerio del Interior italiano que repartió copias por todo Europa.
Los sospechosos proceden de Túnez y muchos de ellos fueron identificados al entrar en territorio italiano. Según las estimaciones de las Naciones Unidas, más de 4.200 tunecinos se unieron al Estado Islámico en Irak y Siria durante los últimos años. Ahora, tras la caída del autoproclamado Califato, buscan una salida en Europa para mantener viva la llama yihadista mundial.
Algunos de los nombres incluidos en la lista son viejos conocidos de las agencias de inteligencia. “Uno de los sospechosos habría cruzado la frontera entre Italia y Francia para llegar hasta Gard, un departamento en el sur de Francia. Según la información obtenida gracias a la cooperación internacional, los ciudadanos tunecinos están vinculados a Daesh y habrían alcanzado Europa en botes o lanchas no identificadas”, explican desde el órgano.
La Interpol cree que los tunecinos llegaron entre los meses de julio y octubre a Sicilia en pequeños barcos de pesca. Según ‘The Guardian’, la playa de Torre Salsa, en Agrigento, se ha convertido en uno de los lugares favoritos por los inmigrantes tunecinos para alcanzar la costa. El ‘modus operandi’ es el habitual: alcanzan Italia en pequeños grupos de 20 0 30 personas por lo que las autoridades tienen muy complicado identificar a los recién llegados.
Sólo 2,6% de refugiados
En 2016 sólo el 2,65% de los inmigrantes que llegaron a Italia eran refugiados. El resto, que no consiguió el estatus, permaneció en el país europeo de manera ilegal.
Según ha publicado ACNUR, un total de 181.436 inmigrantes cruzaron el Mediterráneo hasta Italia en 2016, batiendo todos los récords de la historia reciente. Esta cifra no incluye a aquellos que lograron acceder al país sin ser detectados. Tal y como publica Breitbart, el recuento se ha hecho en base a los registros efectuados por las autoridades y ONG italianas.
Del total, sólo 4.808 han obtenido asilo en el país (un 2,65%). La estadística ha revelado que la mitad de los inmigrantes que ha llegado a Italia (90.334) ni siquiera solicitó la condición de refugiado, desapareciendo del radar de las autoridades y distribuyéndose a lo largo y ancho del país.
El resto (91.902) solicitó asilo y el 60% de los mismos ha visto cómo sus peticiones fueron rechazadas. Otro 21% (18.879) obtuvo ‘protección humanitaria’ y el 14% (12.873) consiguió ‘protección subsidiaria’.