El pasado mes de abril la Policía alemana hacía públicas las cifras de criminalidad del año 2023. De su informe anual se desprende que los crímenes cometidos por inmigrantes aumentan hasta alcanzar el 41,5%. Es decir, en proporción, los inmigrantes cometen el triple de delitos que los alemanes. Estas cifras se conocen en un contexto en el que crece el rechazo a la inmigración ilegal entre la población, e incluso el Gobierno socialdemócrata anunció deportaciones que no han tenido lugar.
El incremento total de los delitos en Alemania fue de 5,5 % interanual hasta superar los 5,94 millones. Mientras que la tasa de esclarecimiento de delitos tan sólo subió un 1,1% hasta situarse en el 58,4%. Los asesinatos y homicidios disminuyeron un 1,4% entre los alemanes, pero aumentaron un 14,8% entre los inmigrantes.
También se observa un aumento significativo en los delitos violentos, alcanzando un máximo sin precedentes de más de 214.000 en el último año. Este tipo de delitos aumentaron un 2,2% entre los nativos alemanes, un 14,4% entre los nacidos en el país de origen no alemán y un 20,3% entre los inmigrantes. Lo que supone un aumento diez veces mayor entre los delincuentes extranjeros y alemanes.
El aumento de los crímenes cometidos por inmigrantes ya llevó al Gobierno socialista de Olaf Scholz a anunciar el pasado mes de octubre una ley para deportar «a gran escala». El canciller contemplaba la expulsión para los inmigrantes que entrasen en el país de manera ilegal o delinquieran. La norma se aprobó en enero de 2024, pero de momento las deportaciones masivas no se están produciendo.
La pasada semana, Martin Hess, de Alternativa para Alemania (AfD), criticó en el Parlamento y ante Nancy Faeser, la ministra del Interior las cifras de delincuencia extranjera y la inacción del Gobierno. Hess afirmó que Feaser es la responsable del «declive catastrófico de la seguridad interna». «El SPD es el sepulturero de la seguridad interna en Alemania», destacaba. Sobre las estadísticas policiales de delitos recientemente conocidas, alegó que revelan un «fracaso colosal» de los socialdemócratas.
Hess recordó el fracaso del actual Gobierno para cumplir sus promesas de deportaciones a gran escala, y acusó a la coalición de CDU y CSU, «importar delitos violentos» durante su mandato. «La diversidad sin fronteras es irresponsable y lleva a la locura multicultural».
Respecto al importante incremento en los hechos delictivos cometidos por menores (un 12%), la ministra del Interior aseguró, nada más conocer las cifras, que habría «tolerancia cero». Tres días después de su anuncio, la Policía alemana detuvo a tres menores sospechosos de preparar un ataque terrorista en Düsseldorf. Los jóvenes, dos chicas de 15 y 16 años y un chico de 15, planificaban «un atentado con motivaciones islamistas», según la fiscalía de Düsseldorf.
La ministra también anunció en la presentación de las estadísticas que el Gobierno iba a agilizar las expulsiones de delincuentes extranjeros. Decisión debida a «unas estadísticas que muestran que la criminalidad por parte de foráneos ha aumentado». Algo que, como también le recordó el diputado de AfD, sigue sin producirse.
