Una reciente encuesta realizada por el instituto INSA -conocido por sus encuestas sobre la opinión pública y el mercado- ha revelado que el 71% de los alemanes tiene una visión negativa de las políticas de asilo implementadas en 2015 por la excanciller Angela Merkel (CDU). Hermann Binkert, director ejecutivo de INSA, ha señalado que el apoyo a la política de apertura de fronteras ha disminuido drásticamente desde que fue introducida hace casi una década. En 2015, el 46% de los ciudadanos consideraba positivas las posturas adoptadas por Merkel.
En cuanto a los resultados detallados de la encuesta, sólo el 23% de los participantes mantiene una opinión favorable sobre la política de asilo de Merkel. Dentro de este grupo, el 18% opina que la medida fue acertada en su momento y continúa pensándolo. Por otro lado, el 28% de los encuestados, que inicialmente apoyaron la política, ahora la desaprueban. Curiosamente, un 5% que en su momento rechazó la apertura de fronteras ha cambiado de opinión y ahora la considera positiva. Un 6% de los participantes no respondió a la pregunta.
En el año 2015, decidió abrir las fronteras, provocando que decenas de miles de refugiados accediesen al país en cuestión de semanas. Al final, casi un millón de personas solicitaron asilo en Alemania durante ese año. El entonces ministro del Interior, Thomas de Maizière, un democristiano de la CDU, admitió a mediados de agosto de este año a la televisora pública alemana ARD que «hubo momentos en los que se perdió el control».
Su sucesor, el entonces primer ministro bávaro Horst Seehofer, de la rama regional socialcristiana (CSU), llegó incluso a calificar a la situación de 2015 como un momento de «dominio de la injusticia». Curiosamente, ese año fue nombrada la persona más relevante por la revista TIME.