El activista patriota británico que entró en prisión, entre otras cosas, por elaborar un documental sobre las bandas de pakistaníes que operaron durante décadas abusando de menores, Tommy Robinson, saldrá de prisión en los próximos días tras cumplir más de 200 días en régimen de aislamiento. La decisión fue tomada ayer martes por el Tribunal Superior del Reino Unido, que ha acordado acortar la condena impuesta en octubre al fundador de la Liga de Defensa Inglesa, Tommy Robinson, nombre público de Stephen Yaxley-Lennon.
El juez Jeremy Johnson, encargado del caso, aceptó la solicitud de reducción de pena tras valorar lo que calificó como un «cambio de actitud» por parte del acusado desde que ingresó en prisión. Aunque recalcó que no ha mostrado señales claras de arrepentimiento, consideró que Robinson ha manifestado una voluntad firme de no volver a incumplir las restricciones legales que le fueron impuestas.
El origen de la condena se remonta a la violación de una orden judicial que le prohibía difundir afirmaciones contra un joven inmigrante sirio, Jamal Hijazi. A pesar de esa prohibición, Robinson intervino en podcasts, difundió contenido en sus redes sociales —incluido un documental emitido durante una protesta en Trafalgar Square— y ofreció entrevistas que reactivaron la controversia. Estas acciones fueron vistas como un incumplimiento directo de la sentencia emitida en 2021.
En la vista judicial celebrada por videoconferencia desde la prisión HMP Woodhill, en Milton Keynes, el activista de 42 años no ofreció declaraciones. No obstante, su defensa aseguró que está comprometido con el cumplimiento de la ley y entiende las consecuencias de reincidir. La rebaja en la pena abrirá la puerta a una liberación anticipada bajo supervisión condicional durante la próxima semana.
Tommy Robinson es una figura ampliamente conocida en el Reino Unido por su discurso contundente contra el islamismo radical y la inmigración masiva. Fundador en 2009 de la English Defence League, ha estado envuelto en diversos procesos judiciales a lo largo de los años, incluyendo condenas por fraude y agresión. Aunque el grupo dejó de operar públicamente en 2013, Robinson ha seguido activo como referente de una parte del movimiento patriótico británico, con una notable capacidad para movilizar a miles de personas en sus actos.