El inmigrante afgano que ha perpetrado el atentado en las calles de Múnich con un vehículo hiriendo a decenas de personas publicaba mensajes islamistas en las redes sociales y su solicitud de asilo había sido rechazada. Farhad N., nacido en enero de 2001 en Kabul, llegó a Alemania en 2016 como solicitante de asilo. Sin embargo, su petición fue denegada y se encontraba bajo un permiso temporal de residencia otorgado por la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF), lo que impedía su deportación.
Este jueves por la mañana, a las 10.30, Farhad N. ha estrellado un Mini Cooper blanco contra un grupo de manifestantes del sindicato Verdi en la Seidlstrasse, en pleno centro de Múnich. Como consecuencia, al menos 28 personas han resultado heridas, entre ellas mujeres, hombres y niños, uno de los cuales permanece en estado crítico. La policía ha logrado detener al atacante tras disparar contra el vehículo. Posteriormente, ha sido arrestado y trasladado a un hospital para su evaluación.
El primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU), ha descrito lo sucedido como un «presunto atentado», mientras que el ministro del Interior, Joachim Herrmann, ha destacado la acción inmediata de las fuerzas de seguridad: «La rápida intervención policial evitó más peligro y más víctimas». Según informes de SPIEGEL, el atacante habría difundido en internet mensajes islamistas antes del incidente.
Residente en el distrito de Laim, Farhad N. contaba con antecedentes por delitos relacionados con drogas y robos en tiendas. Ahora, la Fiscalía ha iniciado una investigación para esclarecer los motivos exactos que lo llevaron a cometer este brutal ataque.
El canciller federal Olaf Scholz (SPD) se ha pronunciado tras el suceso: «Este individuo no recibirá indulgencia alguna. Debe ser castigado y expulsado del país». Además, ha enfatizado que, si se confirma que se trató de un atentado, «se tomarán medidas contundentes contra los responsables utilizando todos los medios legales disponibles».