El primer ministro británico, Keir Starmer, ha caído de forma drástica en sus índices de popularidad desde que asumió el cargo, según una encuesta reciente del Observer llevada a cabo antes de su primer congreso laborista en el cargo. El sondeo revela que la aprobación del líder laborista ha descendido significativamente, situándose incluso por debajo de la del último líder conservador, Rishi Sunak. Actualmente, sólo el 24% de los encuestados valora positivamente el trabajo de Starmer, mientras que el 50% lo desaprueba, lo que deja su índice neto en -26%, un punto peor que el de Sunak.
No solo Starmer ha visto mermado su apoyo. Rachel Reeves, la canciller, también ha experimentado una fuerte caída en su popularidad tras acumular varias decisiones impopulares, como la de recortar los pagos del diésel de invierno perjudicando a la gran mayoría de pensionistas o prometer futuras subidas de impuestos. Desde julio, la aprobación neta de Reeves ha disminuido en 36 puntos.
Aunque el Partido Laborista mantiene su liderazgo en la mayoría de los asuntos, la confianza que transmitían sobre la gestión económica ha desaparecido. En julio, los laboristas tenían una ventaja de 10 puntos sobre los conservadores en el campo de «economía», pero ahora esa brecha se ha reducido a sólo un punto. Además, mientras que un tercio de los votantes cree que el gobierno ha sido honesto sobre los retos a los que se enfrenta el país, más de la mitad opina que no ha conseguido generar optimismo ni restaurar la confianza en la política. Tampoco han sido apoyadas las medidas de los laboristas para hacer frente a las manifestaciones contra la inseguridad.
El análisis también indica que la «luna de miel» para el nuevo gobierno laborista ha llegado a su fin. Casi la mitad del público (45%) tiene ahora una percepción más negativa de Starmer y de su partido desde que llegaron al poder. Sin embargo, muchos todavía culpan al anterior gobierno conservador por los desafíos actuales del país. En una evaluación poco favorable de los primeros meses del nuevo ejecutivo, sólo el 27% de los encuestados considera que ha sido un éxito, mientras que el 57% cree que no lo ha sido. Incluso entre los votantes laboristas, el 32% opina que el gobierno no ha tenido éxito en sus dos primeros meses.
