El Papa Francisco ha enviado el pésame a la familia de la bebé Indi Gregory el día de su funeral. La pequeña de ocho meses fue asesinada el pasado 13 de noviembre al ser desconectada de las máquinas de respiración que mantenían su vida. Por culpa de una orden de un magistrado británico, Gregory murió tras una larga batalla judicial.
En este camino la familia de Gregory encontró dos aliados: el Papa Francisco y Giorgia Meloni. Mientras que el Santo Padre facilitó todo lo necesario para que la pequeña británica fuese tratada en el Hopistal Bambino Gesú de Roma, de propiedad vaticana, la presidenta del Consejo de Ministros de Italia concedió la nacionalidad italiana a Indi.
El funeral se celebra este viernes en la catedral de Nottingham, Reino Unido, y será celebrado por el obispo de la diócesis, monseñor Patrick Joseph McKinney. Para esta ceremonia el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, en nombre del Papa Francisco, ha enviado un telegrama a monseñor McKinney.
«Su Santidad el Papa Francisco ha recibido con tristeza la noticia del fallecimiento de la pequeña Indi Gregory, y envía su pésame y la seguridad de su cercanía espiritual a sus padres, Dean y Claire, y a todos los que lloran la pérdida de esta preciosa hija de Dios. Confiando a Indi en las tiernas y amorosas manos de nuestro Padre Celestial, Su Santidad se une a los reunidos en su funeral para dar gracias a Dios todopoderoso por el don de su vida demasiado corta. Asimismo, ruega al Señor Jesús, que dijo a sus discípulos: «Dejad que los niños se acerquen a mí… porque de los que son como ellos es el reino de los cielos» (Mt 19, 14), que os conceda a todos consuelo, fortaleza y paz duraderos», reza el comunicado.
