El primer ministro polaco del Partido Popular, Donald Tusk, ha declarado este domingo que «el anuncio de la derrota de la extrema derecha en las elecciones legislativas en Francia hacía feliz a Varsovia y provocaba la decepción de Rusia y el alivio de Ucrania«, en relación al partido patriota de Marine Le Pen.
«Entusiasmo en París, decepción en Moscú, alivio en Kiev. Suficiente para estar feliz en Varsovia», escribió el exjefe de la Unión Europea en la red social X (antes Twitter). A principios de mes, Donald Tusk advirtió de un «gran peligro» para Francia y Europa tras la victoria del partido conservador Agrupación Nacional (RN) en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas.
El expresidente del Consejo Europeo señaló una «tendencia peligrosa» y su temor a que «Francia pueda convertirse pronto en el hombre enfermo de Europa, condenado a un enfrentamiento entre las fuerzas radicales».
Por su parte, su compañero de partido en España, Alberto Núñez Feijoo, ha señalado que Europa debe construirse «desde la moderación», tratando de distanciarse tanto de la extrema izquierda antisemita de Mélenchon como de la derecha soberanista de Le Pen: «Francia es uno de los principales motores democráticos de la Unión. Europa siempre se ha construido desde la moderación. El centro político debe unirse para evitar que los extremistas dirijan su futuro».
Y es que desde el propio Partido Popular francés, Los Republicanos, también se ha perjudicado a la campaña de Marine Le Pen. El propio líder de la formación, que se abrió a pactar con los conservadores para evitar la llegada de la izquierda, llegó a recibir una carta amenazante.
«Nada me hará recular, ni el odio, ni las amenazas ni la violencia», aseveró entonces el líder de los conservadores franceses en sus redes sociales, donde compartió una fotografía de la carta en la que se lee «No a AN. Lo has entendido bien» junto a una diana con el nombre de Ciotti escrito en el centro.
