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El Partido Popular Europeo baraja sancionar a Orbán por ‘euroescéptico’

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, la «bestia negra» del Partido Popular Europeo (PPE), podría abandonar en las próximas semanas esa familia política antes de ser expulsado, una ruptura que genera miedo en las filas populares por si conlleva una «radicalización de su posición antieuropea».

Diversas fuentes parlamentarias de dentro y fuera del PPE mostraron a EFE su preocupación por las consecuencias de que Orbán vuele solo y deje de estar en contacto, pese a las discrepancias, con otros socios más proeuropeos como la CDU de la canciller alemana Angela Merkel. «Orbán es mas peligroso fuera que dentro del PPE», dijeron a Efe fuentes parlamentarias. «Es mejor tener al enemigo en casa», opinaron otras del partido conservador europeo.

Ese ‘enemigo’ que aglutina, en su país, más de la mitad del voto -51%- y que ha mantenido el mismo discurso migratorio desde que comenzó la llegada masiva de irregulares, al principio entre críticas de sus socios europeos y opositores quienes, al final, aceptaron una por una las propuestas del premier húngaro.

Pero, sea como sea, el pleno del Parlamento Europeo vota este miércoles si recomienda aplicar a Hungría el artículo 7, procedimiento previsto para actuar contra violaciones del Estado de derecho y que priva al país del derecho al voto en las decisiones europeas.

En este sentido varias fuentes señalaron que la amenaza de activación del artículo 7, y la salida del PPE del partido de Orban, Fidesz, pueden provocar un «brexit» húngaro, pues «el inicio de la salida de Reino Unido de la UE comenzó con el abandono de los eurodiputados conservadores británicos del grupo popular. Ahí empezó el distanciamiento». El asunto, explicaron fuentes del PPE, estará sobre la mesa -formal o informalmente- en el Congreso de Salzburgo de la formación del próximo día 19 y planeará sobre el siguiente en Helskinki, entre el 7 y 8 de noviembre, cuando debe elegirse al candidato de esa familia política para la presidencia de la Comisión Europea.

La libertad de voto para el PPE en la votación sobre la aplicación del artículo 7 a Hungría muestra que existe una mayoría de voces a favor de la reprimenda a Orbán por su deriva alejada de los valores europeos y el Estado de derecho.

Apoyo de Farage

Manfred Weber, líder del PPE en la Eurocámara, que votará a favor de la medida punitiva contra Budapest, ha dejado claro que prefiere que el asunto se dirima en el Consejo Europeo.

Así, lejos de cerrar filas para defender a su compañero, en el PPE está cada vez más extendido el hartazgo hacia el líder húngaro, al que se les complica defender en público porque no escatima en proclamas euroescépticas que son bien recibidas en países en los que cala el euroescepticismo como Rumanía, Austria o Polonia, donde se estuvo a punto de aplicar el artículo 7.

También socialdemócratas y ecologistas europeos llevan semanas de precampaña resaltando que el PPE tenga entre sus socios todavía a Orbán y ponen así en duda el europeísmo de esa formación política.

Aunque electoralmente los socios más europeístas del PPE quieran fuera del partido a Orbán por «cortedad de miras y todo el lío mediático», desde dentro de la agrupación se preguntan si no es el «principio del fin» de una radicalización antieuropeísta hacia el este de la Unión.

«Si al final Bruselas no le sale rentable, irá a recibir fondos de (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin», añadieron.

El partido Fidesz de Orbán consiguió en las dos últimas elecciones europeas más del 51 % de los votos en Hungría y para el primer ministro «son los húngaros los que deben elegir qué Europa quieren».

Si Orbán queda fuera del PPE, podría capitalizar la simpatía que despierta entre otros euroescépticos en la UE con un grupo propio en la Eurocámara a partir de 2019: ¿Cómo puede ser que gente que no ha sido elegida por nadie pretenda dar lecciones a Orbán que tiene un apoyo tan grande en su país?. Señor Orbán, únase al club de ‘brexit’, seguro que le va a gustar», le dijo este martes Nigel Farage, eurodiputado y exlíder del populista y antieuropeo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP).

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