El Senado francés ha respaldado la polémica reforma de las pensiones, criticada por oposición política y sindicatos, a la espera de que la Asamblea Nacional se pronuncie también este jueves.
En la Cámara Alta, la reforma, que aumenta de 62 a 64 años la edad de jubilación, ha salido adelante con 193 votos a favor y 114 en contra.
En la Asamblea Nacional, los partidarios de Macron forman el primer bloque en número de diputados, pero carecen de la mayoría absoluta y necesitan los votos de Los Republicanos para adoptarla. Un voto negativo sellaría el mayor fracaso de Macron desde que llegó a la presidencia en 2017.
Cabe señalar que si considera antes de la votación que su plan estrella no va a salir, Macron puede ordenar la activación del artículo 49.3 de la Constitución para poner fin a los debates y proceder a la adopción del texto sin votarlo.
Este miércoles, cientos de miles de personas volvieron a salir de nuevo a las calles de las principales ciudades de Francia –por octava vez– para cuestionar una reforma «injusta» que plantea ampliar el periodo de cotización necesario para obtener la pensión máxima.