El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, desestimó por unanimidad el pasado 8 de junio la demanda de ocho mujeres contra la decisión del Tribunal Constitucional de Polonia de prohibir en 2020 el aborto por malformación.
Así, declaró «inadmisibles» las demandas de las solicitantes y sentó un precedente para casos similares. El veredicto se fundamentó en el hecho de que ninguna de las demandantes proporcionó «evidencia médica convincente que demostrara que habían estado en riesgo real de verse afectadas (…) por las enmiendas legislativas».
Desde «One of Us», la iniciativa europea para exigir a las instituciones comunitarias que garanticen la protección del derecho a la vida desde la concepción, han expresado todo su apoyo a Polonia por afirmar que el aborto por discapacidad es «inhumano» tanto para el niño como para la madre.
«Polonia es uno de los pocos países que protege al nasciturus, respeta el derecho a la vida, la igualdad y el principio de no discriminación. Estos son los valores defendidos por «One of Us», ha señalado su presidenta, Marina Cassini.
«El país sienta un ejemplo excepcional en una Europa que, a través de la legalización y promoción del aborto por anomalías fetales, perpetúa estereotipos negativos sobre las discapacidades. Para One of Us Polonia sirve como ejemplo para defender los derechos de los seres humanos más vulnerables», ha añadido.
