No ha terminado uno de los veranos más suaves de los últimos años, con muchos menos incendios forestales, y ya hay lluvias torrenciales e inundaciones en la Europa mediterránea. La era de la ebullición trae riadas de agua… fría, que no hirviente. Las DANA (nuevo nombre común para las gotas frías) han llegado y están dejando avenidas en varios puntos de nuestro continente en los últimos días.
En España, las está sufriendo la cuenca del Ebro. Las tormentas se extienden desde La Rioja a Cataluña. Por ahora, las zonas más perjudicadas están siendo comarcas y ciudades de Aragón, como Calatayud, Daroca y Calamocha.
Otro de esos lugares es el Monasterio de Piedra, abandonado desde la Desamortización cometida por los liberales y que ha sobrevivido gracias a su conversión en establecimiento turístico. El parque del monasterio está cerrado hasta nuevo aviso por la crecida del río Piedra; en cambio, la zona monumental, incluido el claustro cisterciense, y el hotel siguen funcionando sin incidencias.
El Gave de Pau se ha desbordado a su paso por el santuario de Lourdes (Francia), debido a unas lluvias descomunales caídas la noche del 6 al 7 de septiembre. La avenida, la más grande desde las registradas entre 2012 y 2013, hizo que se cerrase el santuario, aunque se reabrió a las pocas horas gracias al trabajo del personal, de los servicios de protección civil y de los voluntarios. El domingo 8 se evacuó a 450 peregrinos por motivos de seguridad.
En Italia, las inundaciones debidas a las tormentas han afectado a Milán, la segunda ciudad más poblada del país, y otras como Seveso. Los visitantes de Venecia ya están encontrándose con el acqua alta, las inundaciones constantes, causadas por la coincidencia de mareas altas, lluvias extraordinarias, deshielo en los Alpes y hasta entrada de enormes cruceros, que desbordan la laguna.
A principios de este verano, en junio, Suiza y el norte de Italia también padecieron inundaciones, con varios muertos. La misma situación atmosférica se está produciendo en Marruecos, donde las lluvias en el centro del país han causado inundaciones y más muertos que en Europa.
Mucho más al sur, en Ciudad al Cabo, los últimos días de agosto sucedió un fenómeno meteorológico infrecuente, a pesar de ser invierno. Nevó en la montaña de la Mesa, de poco más de mil metros de altura. El tiempo frío, incluso helador, se mantiene en Sudáfrica comenzado ya septiembre y a pocos días de que entre la primavera, con avisos de bajas temperaturas y más nevadas.