Segundo año de caída de los incendios forestales y de la superficie forestal quemada en España. Los datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recogidos entre el 1 de enero y el 25 de agosto indican que las hectáreas forestales quemadas en los 4.742 incendios registrados son 42.314,12.
Se trata de un gran descenso respecto al mismo período de 2023, en en que las hectáreas dañadas fueron 78.852,88. Es decir, este año han ardido sólo un 55% de las quemadas el año pasado. El año 2022, el peor año desde 1994, registró 248.793,90 hectáreas destruidas hasta el 25 de agosto y 268.099,03 hasta el 31 de diciembre.
En julio de 2022, cuando los fuegos habían quemado casi 70.000 hectáreas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que «el cambio climático mata. Mata personas, mata nuestro ecosistema, nuestra biodiversidad y destruye los bienes más preciados del conjunto de la sociedad». Aunque está comprobado una y mil veces que los incendios son casi todos provocados por personas, sea de modo doloso o involuntario, el discurso oficial parece atribuirlos a una especie de fantasma o espíritu.
El político socialista también declaró que las olas de calor y los incendios aumentarían debido al cambio climático; y aprovechó para arremeter contra el «negacionismo», que calificó de «letal» y contrario a la ciencia y al testimonio de millones de personas.
Sin embargo, se trató de otro pronóstico fallido, como suele pasar con los que hacen los calentólogos. En estos dos años transcurridos, tanto los incendios como las hectáreas forestales destruidas han caído a cifras muy bajas. De manera sorprendente para algunos, el cambio climático en los bosques se frena cuando se limpian los montes en el invierno y hay humedad.
La media de la superficie incinerada en los ocho primeros meses de cada año entre 2014 y 2024 la ha calculado el Ministerio en 79.077 hectáreas. Tanto en 2023 como en 2024, lo quemado ha sido inferior. Sólo en un año se superaron las 100.000 hectáreas arrasadas, que fue el terrible 2022, y sólo en otro se acercó a esa cifra, 2017, con 96.984,50 hectáreas.
Ésta es la buena noticia del verano: menos incendios. Y para mejorarla, recordemos un hecho que desmiente la aridez de la Península Ibérica: con unos 28 millones de hectáreas de superficie forestal, España es el segundo país más boscoso de la Unión Europea, sólo por detrás de Suecia.