Nos dicen que hemos pasado el verano más caluroso desde que existen registros de temperaturas. El secretario general de la ONU, el socialista Antonio Guterres, nos anunció a finales de julio que habíamos entrado en la era de la ebullición global. Pero una de las catástrofes que se asocian al cambio climático, los incendios forestales, este verano apenas han aparecido en España. En concreto, se ha quemado una cantidad de hectáreas equivalente a menos de un 25% de las de todo 2022. O el calor no causa esos incendios de sexta generación o las instituciones han puesto más cuidado en limpiar los montes que otros años o los calentólogos nos engañan.
Vayamos a los datos. Según un informe del Ministerio de Transición Energética presentado al consejo de ministros el 5 de septiembre, los 87 incendios forestales registrados en España desde enero han quemado 66.064 hectáreas, cuando en todo 2022 se superaron las 260.000 hectáreas. Es decir, la superficie arbolada quemada se ha reducido en un 75%, a falta del último cuatrimestre del año.
Una buena noticia, pensará usted, ¿verdad? Pues por eso mismo, la nota de prensa del Gobierno no la menciona. Tampoco lo hacen los medios de comunicación que la repicaron sin añadir ningún esfuerzo más por parte de sus redactores. Los mismos medios que reciben cientos de millones del Gobierno en publicidad institucional.
En concreto, y de nuevo con datos del Ministerio, 2023 (aún sin terminar) fue inferior en destrucción a 2022, 2021, 2019, 2017, 2016 y 2015. El año 2022 fue el peor año desde el desastroso 1994, cuando ardieron 437.000 hectáreas en todo el país. Además, el 22% de toda la superficie quemada en España corresponde a un único incendio, el producido en la isla de Tenerife en agosto, donde ardieron 14.750 hectáreas.
| SUPERFICIE ARBOLADA QUEMADA POR AÑO Y HECTÁREAS (Mº de Transición Ecológica) | |||||||||||
| AÑO | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023* |
| HECTÁREAS | 61.690 | 48.717 | 109.782 | 69.245 | 167.948 | 26.589 | 84.269 | 67.318 | 87.966 | 267.946 | 66.064 |
La misma nota manipulada del Ministerio que dirige Teresa Ribera habla de «emergencia climática» y nos advierte de que los Grandes Incendios Forestales, que ya tienen hasta sus siglas, GIF, serán cada vez más abundantes y destructivos. Por fortuna, concluye, el Gobierno trabaja para protegernos.
Los cómplices del cambio climático
Pero, ¿es responsable el cambio climático de estos incendios por el aumento del calor, la sequedad ambiental, los vientos del Sáhara, la disminución de lluvias y humedad que los calentólogos aseguran que originan este fenómeno apocalíptico?
Lo cierto es que la Policía ha detenido a cientos de incendiarios implicados en los incendios forestales, sea por venganza contra sus vecinos, para asegurarse trabajo, para ampliar sus pastos, por enfermedad mental…
En Mallorca, fue detenido un trabajador del Instituto Balear de la Naturaleza por provocar seis incendios.
En Asturias, la Guardia Civil detuvo al supuesto autor de un incendio forestal que arrasó más de 10.000 hectáreas de terreno.
En Cáceres, se detuvo al vecino de un pueblo bajo la acusación de causar al menos dos fuegos
En Granada, la Guardia Civil arrestó a un hombre de 62 años que había sido bombero forestal por iniciar un incendio que quemó más de 5.000 hectáreas.
El fiscal de sala coordinador de Medio Ambiente y Urbanismo elaboró un informe sobre los incendios de 2022 y concluyó que sólo el 25,5% de los incendios investigados son provocados, mientras que el 63,5% nacen por negligencias. El número de personas detenidas e investigadas por implicación en los incendios forestales fue de 482.
Pareciera que el cambio climático puede apoderarse de las mentes humanas para obligarles a echar gasolina y cerillas en los secarrales.
