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se oponen a la política de co2 cero propuesta para 2050

Más de 1.600 científicos firman una declaración negando la «emergencia climática»

Europa Press

Todo el mundo sabe que el mundo se va a convertir en un infierno a corto plazo por culpa de las ventosidades de las vacas y de su coche que sigue funcionando con gasolina. Es imposible ignorarlo, porque nos lo repiten a todas horas desde todos los medios, preparándonos para hacernos a la idea de una vida peor con el noble objetivo de alejar el apocalipsis.

Solo que cada vez son más los que sospechan que detrás de la emergencia climática, promulgada con crecientes niveles de histeria, se esconden planes de control poblacional, aunque sólo sea porque los apóstoles de la ebullición planetaria no parecen haber cambiado un ápice su modo de vida y siguen comprando mansiones a pie de playa.

Los suspicaces tienen ahora un poderoso aliado en un nutrido grupo de científicos de todo el mundo que han firmado una declaración en la que descartan la existencia de una crisis climática e insisten en que el dióxido de carbono es beneficioso para la Tierra, contrariamente a la narrativa alarmista popular.

«No hay ninguna emergencia climática», señala tajante el Grupo de Inteligencia Climática Global (CLINTEL) en su Declaración Mundial sobre el Clima, hecha pública en agosto. «La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas. Los científicos deberían abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre el calentamiento global, mientras que los políticos deberían contar desapasionadamente los costos reales, así como los beneficios imaginarios de sus medidas políticas».

Un total de 1.609 científicos y profesionales de todo el mundo han firmado la declaración, incluidos 321 de Estados Unidos. La coalición señaló que el clima de la Tierra ha variado desde que existe, y el planeta ha experimentado varias fases frías y cálidas. La Pequeña Edad del Hielo no acabó hasta 1850. «Por lo tanto, no sorprende que ahora estemos experimentando un período de calentamiento», dice la declaración.

Es un hecho comprobable que el calentamiento está ocurriendo «mucho más despacio» de lo previsto por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. «Los modelos climáticos tienen muchas deficiencias y no son ni remotamente plausibles como herramientas políticas», afirmó la coalición, añadiendo que estos modelos «exageran el efecto de los gases de efecto invernadero» e «ignoran el hecho de que enriquecer la atmósfera con CO2 es beneficioso». Por ejemplo, aunque los alarmistas climáticos caracterizan al CO2 como dañino para el medio ambiente, la coalición señaló que el gas «no es un contaminante».

El dióxido de carbono es «esencial» para toda la vida en la Tierra y es «favorable» para la naturaleza. El CO2 adicional da como resultado el crecimiento de la biomasa vegetal global y al mismo tiempo aumenta el rendimiento de los cultivos en todo el mundo.

CLINTEL también descartó la narrativa de que el calentamiento global está relacionado con un aumento de desastres naturales como huracanes, inundaciones y sequías, y enfatizó que no hay «evidencia estadística» que respalde estas afirmaciones.

«No hay ninguna emergencia climática. Por lo tanto, no hay motivo de pánico ni alarma. Nos oponemos firmemente a la dañina y poco realista política neta de CO2 cero propuesta para 2050. Apostar por la adaptación en lugar de la mitigación; La adaptación funciona cualesquiera que sean las causas», señala.

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