El socialdemócrata es el hombre más buscado tras fracasar la opción de Gobierno de la canciller con liberales y verdes.
Martin Schulz se ha convertido en las últimas horas en el político más buscado de Alemania. El líder socialdemócrata podría tener la llave para poner fin a la ingobernabilidad del país, después de que los liberales decidieran romper las negociaciones de Gobierno con la canciller alemana, Angela Merkel.
Este jueves, Schulz se convirtió en el quinto líder recibido por el presidente del país, Frank Steinmeier, para tratar de desbloquear la situación. La ruptura de negociaciones entre el bloque conservador de Merkel, los verdes y los liberales preocupa en el establishment y parece que sólo el partido socialdemócrata podría evitar nuevas elecciones.
La visita de Schulz venía envuelta en una fuerte expectación, ya que mientras las anteriores tenían cierto aire de trámite por no esperarse de ellas una reapertura de las negociaciones rotas el domingo, de esta podría derivarse un cambio de postura en el Partido Socialdemócrata (SPD).
El establishment ha conseguido un primer éxito. Desde las propias filas socialdemócratas se han sucedido las críticas a la posición de Schulz, que la misma noche electoral, cuando su partido se hundió en su peor resultado, insistió en que otra gran coalición no era «una opción viable».
Aunque la labor de Steinmeier, ministro de Asuntos Exteriores en la primera y la tercera legislatura de la canciller, Angela Merkel, es arbitral, se ha convertido de facto en un aliado del bloque conservador, pues ha invitado en repetidas ocasiones a Schulz a iniciar una nueva negociación.
Reunión socialdemócrata
Tras su encuentro con Steinmeier, Schulz citó en Berlín a los miembros de la ejecutiva de la SPD para informarles de la conversación con el presidente. El rechazo a una gran coalición es una postura mayoritariamente compartida entre los socialdemócratas, pero se considera también que Schulz cometió un error estratégico al fijarla de antemano y corre ahora el peligro de enrocarse en ella.
Entre las alternativas que se barajan está la de «tolerar» un Gobierno de Merkel en minoría, lo que en Alemania se denomina «modelo Magdeburg» en alusión a la capital del «Land» de Sajonia-Anhalt, que fue gobernada ocho año bajo esa fórmula.
Entre la familia socialdemócrata crece asimismo el nerviosismo por lo que pueda ocurrir en caso de nuevos comicios ya que, según sondeos difundidos esta semana, podría sufrir el siguiente hundimiento electoral.
De celebrarse nuevas elecciones, la gran beneficiada podría ser Alternativa para Alemania (AfD), tercera fuerza en las generales del pasado 24 de septiembre, por detrás de los conservadores de Merkel y el SPD.
‘Hay que hablar’
Tras la reunión de la cúpula del SPD, el mensaje de los principales dirigentes fue el mismo: «Hay que hablar». En estos términos se expresó el secretario general de la formación, Hubertus Heil, que aseguró que no están dispuestos a «cerrar conversaciones».
Heil negó que en la reunión de la cúpula del partido, en la que también participó el predecesor de Schulz al frente del SPD, el ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, y varios jefes de Gobierno regionales, se discutieran cuestiones de liderazgo y señaló que se habló de cuál es la contribución que puede hacer el partido al país en la situación actual.
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