Mattis y el resto de responsables de Defensa norteamericanos han cargado contra las intenciones europeas en el ámbito militar.
Angela Merkel camina hacia otro fracaso en el ámbito comunitario. Tras el rechazo final al ‘sistema de cuotas’ tras más de año y medio de incumplimiento, la canciller alemana puede ver ahora como otro de sus proyectos estrella camina hacia la desaparición. El ejército comunitario, el gran anhelo de las instituciones comunitarias, se ha encontrado con una oposición difícil de sortear: Estados Unidos.
En el mes de noviembre, España y el resto de países de la Unión Europea firmaron una declaración en la que se comprometían a incrementar su colaboración en Defensa a través de una iniciativa, la llamada Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), contemplada en los tratados comunitarios, pero inédita hasta ese momento.
Meses antes, Alemania había iniciado este proceso al fusionar sus tropas con las de Holanda, quedando una serie de unidades holandesas bajo mando alemán. Pero esto es sólo el principio. La meta consiste en unificar las tropas de todos los países en un mismo Ejército y bajo mando alemán.
Junto con la Unión Fiscal y Bancaria, la creación de un Ejército europeo -no como fuerza adicional, sino como fusión de los ejércitos nacionales, único- es una de las fases esenciales del último esfuerzo de Bruselas para convertir a la UE en un megaestado.
Ahora, sin embargo, el plan inicial está más en entredicho que nunca. La Administración Trump no parece dispuesta a perder parte del control sobre el Viejo Continente y ya ha lanzado varias advertencias acerca de la preeminencia de la OTAN en materia de Defensa.
‘La Defensa es cosa de la OTAN’
El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, aseguró que la defensa común es competencia exclusiva de la OTAN, tras la puesta en marcha en la Unión Europea (UE) de la Cooperación Estructurada Permanente en Defensa (PESCO) y el Fondo Europeo de Defensa.
El pasado martes, la representante permanente de Estados Unidos en la OTAN, Kay Bailey Hutchison, mostró su inquietud ante la puesta en marcha de las iniciativas comunitarias en el ámbito militar.
Mattis también se refirió al compromiso adoptado por los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la cumbre de líderes de Gales celebrada en 2014, cuando acordaron invertir el 2 % de sus respectivos PIB en Defensa, y reconoció que se ha logrado “mucho” en ese sentido, pero que también “queda mucho por hacer”.
“El pueblo estadounidense ha demostrado su compromiso con la OTAN, lo hacemos basándonos en la creencia de que las demás democracias honrarán la promesa que nos hicimos los unos a los otros en Gales”, afirmó el secretario de Defensa estadounidense.
Asimismo, recordó que en la cumbre de 2014 solo tres países alcanzaron la meta, que este año lo harán ocho y que en 2024 la cifra se elevará a 15, mientras que Francia llegará al 2 % en 2025.
Sobre los desencuentros entre Turquía y el apoyo de Estados Unidos a rebeldes kurdos en el conflicto sirio, Mattis aseguró creer que Washington y Ankara están encontrando puntos en común, aunque reconoció que también mantienen diferencias “donde a veces la guerra simplemente te da malas alternativas entre las que elegir”.
En cuanto a las milicias iraníes en Siria, dijo no poder explicar el motivo de que Teherán siempre esté presente cuando hay problemas en Oriente Medio y citó los casos de Yemen, Líbano o Baréin.
‘Política exterior común’
Aunque la idea del ejército comunitario se aleja, Alemania insiste en que la UE debe «proyectar su poder al mundo». El ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, defendió la puesta en marcha de una política exterior común de la UE que defienda los «intereses» comunes, porque necesita «su propia proyección de poder en el mundo». Es decir, cuando las naciones y los ciudadanos europeos reclaman la recuperación de las competencias estatales, los órganos comunitarios proponen mayor integración. Luego se extrañan del crecimiento del euroescepticismo y las formaciones que abogan por un cambio profundo en el seno de la UE.
«No podemos ser el único vegetariano en un mundo de carnívoros», aseguró el jefe de la diplomática alemana justificándose en el actual contexto geopolítico.
Gabriel aseguró que la UE debe solventar primero los «conflictos internos» de la única década -en referencia a las crisis de la deuda y de los refugiados-, desarrollar una política exterior común y crear los instrumentos necesarios para implementarla, algo que reconoció no será sencillo.
El ministro alemán instó a sus socios comunitarios en este sentido tras observar que en la actualidad se están produciendo «movimientos masivos» en el orden político internacional con «consecuencias impredecibles».
«Debemos conformar el futuro no simplemente tolerarlo», argumentó Gabriel.
«La puesta en marcha de esta política exterior común debe llevarse a cabo en cooperación con los socios occidentales», agregó el ministro de Exteriores, que se refirió en varias ocasiones a la necesidad de que Europa y EEUU cooperen.