May ha asegurado que su equipo está inmerso en la preparación de un plan alternativo para que sea aplicado en caso de que fracasen las negociaciones con la UE
No vive la primera ministra británica, Theresa May, sus días más felices en política. Tras no conseguir la mayoría absoluta en las elecciones generales que tuvieron lugar en junio, cada vez son más las voces del partido que cuestionan su liderazgo; un liderazgo que se halla comprometido, además, por el ascenso en las encuestas del laborista Jeremy Corbyn y por el surgimiento de discrepancias en el seno de la formación conservadora respecto a cómo dirigir la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Es en esta situación en la que Theresa May llega al congreso del Partido Conservador británico, que ha sido inaugurado este domingo en Manchester. Por ello, en él, la premier aspira a reforzar su hogaño lánguido liderazgo dentro de la formación y a mitigar las discrepancias existentes respecto al brexit.
En la alocución pronunciada este domingo, May ha asegurado que su Ejecutivo permanece unido, algo que había sido puesto en duda como consecuencia de unas declaraciones del ministro de Exteriores, Boris Johnson. No en vano, éste estableció unas líneas rojas para el brexit que trascendían lo aseverado de modo oficial por la jefa del Ejecutivo británico: defendió que, tras la salida de la Unión, Londres debería dejar de pagar cualquier cantidad a Bruselas y y que no debería obedecer las resoluciones comunitarias.
Coincidiendo con la apertura del congreso, May ha concedido una entrevista a BBC News; entrevista en la que ha asegurado que su equipo está inmerso en la preparación de un plan alternativo para que sea aplicado en caso de que fracasen las negociaciones con la Unión Europea (parece probable si atendemos a su estancamiento actual): ‘El Gobierno está trabajando en los aspectos sobre los que habría que recurrir en caso de que no hubiera acuerdo, pero también para obtener un pacto apropiado con Bruselas con la UE’, ha asegurado.
Medidas favorables a los jóvenes
Consciente de que su tirón entre los votantes más jóvenes es exiguo, May ha anunciado una batería de medidas para favorecerles a ellos. Entre éstas, destacamos una congelación del precio máximo de las matrículas universitarias (9250 libras anuales) hasta 2019 y el empleo de 10.000 millones de libras adicionales a programas de ayuda a la compra de una primera vivienda.
En cualquier caso, serán el Brexit y los mejorables resultados en las elecciones generales celebradas en junio los asuntos que coparán el congreso del Partido Conservador británico, que se clausurará este miércoles.